El candidato liberal a la presidencia de Honduras, Salvador Nasralla, lanzó fuertes críticas contra el expresidente Manuel Zelaya, tras su rechazo público al premio Nobel de la Paz concedido a la opositora venezolana María Corina Machado.
En redes sociales calificó de “doloroso” para sectores aliados al chavismo que se reconozca internacionalmente a una mujer que, según sus palabras, “expuso un régimen criminal como el de Maduro sin disparar una sola bala”.
Nasralla acusa a Zelaya de apoyar dictaduras
Nasralla aseguró que el rechazo de Zelaya al premio revela afinidad con gobiernos autoritarios. “Zelaya y su familión no están acostumbrados a la democracia. A ellos les gustan más las dictaduras y las reuniones con narcos”, afirmó.
Les duele un premio Nobel de la Paz a una mujer que sin disparar una bala, expuso a un régimen criminal como el de Maduro y demostró la tiranía en que viven los venezolanos. Zelaya y su familión no están acostumbrados a la democracia, a ellos les gustan más las dictaduras y las… https://t.co/We24NnT2lv
— Salvador Nasralla (@SalvaPresidente) October 10, 2025
La crítica hace referencia al respaldo histórico de Zelaya al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, así como a sus vínculos con movimientos políticos de izquierda en América Latina.
Zelaya considera el premio una “afrenta” a la soberanía
Por su parte, el expresidente Manuel Zelaya expresó que el Nobel otorgado a Machado representa “una afrenta a la historia” y acusó a la galardonada de ser “una golpista aliada de intereses extranjeros”.
Zelaya añadió que premiar a figuras que “promueven sanciones, bloqueos y guerras económicas contra su propio pueblo” contradice el espíritu del reconocimiento internacional. Según él, este tipo de decisiones convierten el Nobel en un “instrumento del colonialismo moderno”.
María Corina Machado, símbolo de la oposición venezolana
María Corina Machado ha sido una de las figuras más destacadas de la oposición al gobierno de Nicolás Maduro. Su activismo político y defensa de elecciones libres en Venezuela fueron considerados por el Comité Nobel como razones clave para otorgarle el premio en 2025.
La decisión ha generado reacciones divididas en América Latina, especialmente en países con gobiernos afines al chavismo, como Nicaragua, Cuba y sectores de la política hondureña.