El choque entre la cúpula empresarial de Honduras y el gobierno tomó un giro “dramático” este miércoles cuando representantes del sector privado llegaron al Ministerio Público y, varios minutos después, apareció el secretario de la Administración de Rentas (SAR), Marlon Ochoa, para presentar miles de hojas que dijo son las pruebas que sustentan sus fuertes acusaciones en contra de los inversores.
Ochoa sostiene que 10 adineradas familias ostentan el poder económico y político y que conforman una mafia que se enriquece a costa de la sociedad.
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Como si se tratase de un reality show, el funcionario llegó como pasajero en un camión en el que transportó las presuntas pruebas contra los miembros del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP), entidad que le retó a presentar una denuncia formal en el Ministerio Público.
Ochoa llevó apoyo y un grupo de personas gritó en repetidas ocasiones “¡justicia tributaria, es justa y necesaria!”, en referencia a una propuesta de ley estancada en el Congreso con la que el gobierno pretende eliminar varias concesiones a empresas, alegando que deben pagar impuestos.
El Cohep califica la pretensión como un paquetazo que provocará la pérdida de miles de puestos de trabajo.
“Estoy presentando 20 mil páginas de evidencias contra 10 familias que se enriquecieron a costa del pueblo”, dijo el secretario desde un podio que le montaron en la entrada del Ministerio Público.
Minutos antes, el asesor legal de la gremial empresarial, Rafael Jerez, externó que “un funcionario que en lugar de estar trabajando se dedica al espectáculo público, sus declaraciones son muy delicadas”.

“Se han cometido violaciones, tráfico de influencias y delitos fiscales que rondan los 1,500 millones de lempiras (poco m´s de $60 millones) en perjuicio del país”, insistió Ochoa.