Expresidente hondureño condenado por tráfico de drogas insiste en que “es inocente” y habla del narcoescándalo

En una carta, Juan Orlando Hernández asegura que los vinculados con el narcotráfico son los Zelaya, la familia de la presidenta Xiomara Castro, y que a él no lo vencieron con pruebas en el juicio en Nueva York, en el que lo encontraron culpable de traficar drogas y armas.

Juan Orlando Hernández, presidente de Honduras de 2014 al 2022, condenado a 45 años de prisión por narcotráfico y otros delitos en una corte federal de Estados Unidos.

El expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, volvió a alegar inocencia al insistir que su condena por narcotráfico es injusta y que el video en el que el cuñado de la actual mandataria, Carlos Zelaya, aparece negociando con capos de drogas del país centroamericano es una “muestra” de que él nunca ha estado relacionado con esos ilícitos.

En una carta divulgada por su vocera y esposa, Ana García, quien aspira a la candidatura presidencial por el Partido Nacional, JOH se pronunció sobre el tratado de extradición con Estados Unidos, roto por decisión de Xiomara Castro en lo que se interpreta como una protección para sus parientes involucrados en el narcoescándalo.

Hernández, quien cumple una condena de 45 años de prisión impuesta por la Corte del Distrito Sur de Nueva York por facilitar el tráfico de drogas durante su mandato, subrayó la importancia de la extradición como herramienta de cooperación internacional, siempre que se aplique de manera justa y no con fines políticos. 

“Honduras merece que se garantice su correcta aplicación”, afirmó.

La carta también hizo referencia a la decisión del Gobierno de Honduras de terminar el tratado de extradición en agosto de 2024, argumentando que podría ser utilizado para interferir en asuntos internos del país.

Además, Hernández mencionó la filtración de un video en el que narcotraficantes y líderes del partido Libre discuten las estrategias electorales de 2013, revelando que sus intereses eran contrarios a los del expresidente. 

“Esto confirma que nunca he sido aliado de criminales”, concluyó, asegurando que en el juicio se demostró que no existían pruebas en su contra.

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