El gobierno estadounidense estaría rediseñando un nuevo Estatus de Protección Temporal (TPS) para nicaragüenses que han buscado refugio en ese país debido a la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, reveló el periódico Politico.
Según el medio especializado estadounidense, que cita tres personas familiarizadas con los planes, la administración del presidente Joe Biden planea rediseñar el TPS para Nicaragua en medio de la presión de los defensores de los inmigrantes y los legisladores demócratas. No está claro cuándo el Departamento de Seguridad Nacional implementaría la política, y los planes estaban sujetos a cambios antes de la aprobación final.
Organizaciones de migrantes y legisladores de varios estados -incluidos Florida, Texas y California- han presionado a la administración Biden para que rediseñe el TPS par los nicaragüenses que viven en los Estados Unidos, lo que les permitiría vivir y trabajar en el país sin temor a la deportación.
El gobierno de Donald Trump había cancelado el TPS para nicaragüenses y otros centroamericanos en 2017 y 2018 y aún hay una batalla legal en cortes de ese país. Desde que asumió el cargo, el presidente Joe Biden se ha apoyado en el TPS como una herramienta para conceder alivio de inmigración a cientos de miles de personas, ya que el Congreso sigue estancado por las correcciones al sistema de inmigración. Biden ha designado seis nuevos países para el TPS desde que asumió el cargo y ha rediseñado a otras seis naciones, lo que hace que 712.000 inmigrantes estadounidenses adicionales sean elegibles para el estatus, según el Instituto de Política Migratoria.
Los nicaragüenses recibieron por primera vez el TPS en 1999 después de que el huracán Mitch causó estragos en Centroamérica. En 2021, había 4.250 nicaragüenses beneficiarios de estatus.
Un número récord de nicaragüenses intentó entrar ilegalmente en los Estados Unidos el año pasado, ya que los migrantes huyeron de la persecución política y las malas condiciones económicas en el país. En el año fiscal 2022, los funcionarios fronterizos dijeron que hubo más de 163 mil encuentros con nicaragüenses.
En una carta al secretario del Departamento de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, el mes pasado, congresistas federales denunciaron la “represión” política del dictador nicaragüense Daniel Ortega contra los manifestantes, el clero y los estudiantes.
“La naturaleza cada vez más totalitaria del régimen Ortega-Murillo y la brutal represión política que enfrentan los nicaragüenses en su vida cotidiana exacerban la necesidad urgente de que la Administración Biden redesigne y extienda el TPS a Nicaragua”, decía la misiva a Mayorkas, firmada por congresistas demócratas y republicanos.
La carta fue firmada por los congresistas Sheila Cherfilus-McCormick, Joaquin Castro, Sara Jacobs, Jesús G. “Chuy” García, Rashida Tlaib, Sheila Jackson Lee, Maria Elvira Salazar, Eleanor Holmes Norton, Tony Cárdenas, Dina Titus, Sydney Kamlager-Dove, Frederica S. Wilson, Darren Soto, Maxwell Frost, Norma J. Torres y Debbie Wasserman Schultz
“Si no redesigña y extiende el TPS a Nicaragua, tememos que miles de nicaragüenses que viven en los Estados Unidos tendrán que buscar un estatus migratorio legal alternativo o abandonar los Estados Unidos en conjunto si la terminación de la Administración Trump entra en vigor. Esta es una realidad inconcebible para muchos nicaragüenses que han residido y trabajado legalmente en los Estados Unidos durante décadas y no desean vivir bajo el régimen autoritario del presidente Ortega. La posibilidad de que los nicaragüenses tengan que regresar a sus países de origen tendrá efectos catastróficos en sus familias, medios de vida y bienestar”, puntualizaban los congresistas.