En Nicaragua, la libertad de religión y conciencia, consagrada como un derecho fundamental en el artículo 29 de la Constitución Política y el artículo 18 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, ha sido objeto de graves violaciones en los últimos seis años bajo el gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
El Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más ha documentado y monitoreado estas violaciones, destacando que la iglesia católica ha sido la principal víctima de las agresiones, aunque otras confesiones religiosas también han sufrido impactos significativos. La labor de documentación se ha dividido en cuatro etapas represivas.
El Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua (GHREN) denuncia una persecución sistemática contra personas religiosas y comunidades de fe. Entre las violaciones más destacadas se encuentran:
1. Violaciones del derecho a la libertad de religión.
2. Violaciones del derecho a la libertad de pensamiento y conciencia.
3. Violaciones del derecho a la libertad de expresión y opinión.
4. Violaciones del derecho a la libertad de asociación.
5. Incitación a la discriminación, hostilidad y violencia.
6. Amenazas, hostigamiento y agresiones físicas.
7. Detención arbitraria de sacerdotes y líderes religiosos.
Las cifras son alarmantes: 200 personas desterradas, exiliadas y apátridas; 65 religiosos acusados judicialmente; 419 organizaciones cerradas; y 22 religiosos desnacionalizados.
Estas acciones han generado una creciente preocupación a nivel internacional, con llamados a la comunidad global para que intervenga y proteja los derechos fundamentales de los ciudadanos nicaragüenses.