La abogada Gabriela Castellanos, directora del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) de Honduras, denunció este lunes la presencia de dinero sucio en la campaña electoral de cara a las elecciones generales del 30 de noviembre de 2025, señalando que la falta de fiscalización responde a un pacto político para garantizar la impunidad.
En un escrito difundido en sus redes sociales, Castellanos advirtió que la Unidad de Financiamiento, Transparencia y Fiscalización (UFTF), encargada de supervisar el origen de los fondos electorales, está “maniatada, sin presupuesto ni recursos por decisión del Congreso Nacional”, al que calificó como verdugo financiero de la institución.
“Se aproximan otras elecciones estilo Honduras: pancartas, jingles, abrazos falsos, discursos reciclados. Pero lo que realmente corre por las venas de esas campañas no es la esperanza, sino un torrente de dinero sucio”, expresó la directora del CNA, quien señaló que la corrupción, los sobornos y el lavado de activos son el motor real de la política hondureña.
Castellanos aseguró que la falta de financiamiento para la UFTF no es casualidad, sino parte de una estrategia calculada del Congreso para evitar investigaciones sobre el origen ilícito de los recursos que financian a candidatos y partidos.
“Mantienen a los fiscalizadores como oficinas fantasma mientras las campañas se llenan de maletines con billetes manchados de impunidad”, advirtió Castellanos.
La directora del CNA acusó al sistema político de disfrazarse bajo el nombre de democracia, cuando en realidad “se alimenta del crimen organizado y bloquea cualquier intento de transparencia”. En sus palabras, la ciudadanía hondureña está condenada a elegir entre candidatos respaldados por clanes criminales, lo que asegura gobiernos hipotecados desde el primer día.
Honduras, recordó Castellanos, arrastra una fama internacional de narco-Estado, precisamente por la falta de controles y la complicidad del poder legislativo. “Así, las elecciones hondureñas no serán otra cosa que un carnaval obsceno financiado por dinero podrido”, sentenció.
La directora del CNA alertó que la democracia hondureña no muere de un golpe, sino de asfixia lenta, estrangulada por el dinero ilícito que controla el poder.
“El silencio del Congreso no es ingenuidad, es complicidad. Es el pacto para mantener la corrupción como el verdadero árbitro de las elecciones”, concluyó.