La Cancillería panameña informó este viernes que el salvoconducto concedido al expresidente Ricardo Martinelli Berrocal para trasladarse a Nicaragua venció sin respuesta por parte del gobierno nicaragüense. A pesar de haber enviado por canales oficiales toda la documentación requerida, Managua no respondió dentro del plazo establecido ni solicitó prórroga alguna.
Las autoridades panameñas recalcaron que este vencimiento no afecta el reconocimiento del asilo diplomático concedido a Martinelli, asilado desde el 7 de febrero en la embajada de Nicaragua en Ciudad de Panamá. El gobierno panameño afirmó que continuará cumpliendo con sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos.
Sin embargo, el caso ha adquirido una dimensión geopolítica más amplia. Según fuentes diplomáticas y analistas, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo estaría utilizando el caso Martinelli como ficha de presión para lograr respaldo político en el marco del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA). La negativa de recibir al expresidente panameño se interpreta como un intento de chantaje para destrabar el nombramiento del nuevo secretario general del organismo, cargo vacante desde finales de 2023.
La co-dictadora Murillo emitió un comunicado el lunes pasado en el que acusó a Panamá de “difamar” a Nicaragua y obstaculizar su “derecho legítimo” a ocupar cargos dentro del SICA. También criticó a Costa Rica, actual presidenta pro tempore del organismo regional, por supuestamente “usurpar funciones”.
•Comunicado• Vencimiento del Salvoconducto Otorgado al Ex Presidente Ricardo Martinelli y la Vigencia de su Asilo Diplomático. pic.twitter.com/zv8cSlkvSH
— Cancillería de Panamá (@CancilleriaPma) April 4, 2025
En reacción a estas declaraciones, la Plataforma de Unidad por la Democracia (PUDE), conformada por opositores nicaragüenses exiliados, condenó lo que calificó como “una estrategia chantajista” del régimen sandinista. Advirtieron que la manipulación del caso Martinelli con fines políticos internacionales solo provocará más aislamiento y consecuencias negativas para Nicaragua en el ámbito diplomático y comercial.
PUDE recordó que varios de los candidatos propuestos por Nicaragua para liderar el SICA están sancionados por Estados Unidos y tienen señalamientos por violaciones de derechos humanos y corrupción, lo que genera resistencia por parte de otros países miembros del bloque regional.
“La instrumentalización de instancias multilaterales para promover una agenda autoritaria atenta contra la credibilidad del sistema de integración regional”, afirmó la organización en su comunicado. También expresó solidaridad con Costa Rica y agradeció a los defensores de derechos humanos y periodistas exiliados que continúan denunciando los abusos del régimen.
Por ahora, la situación de Martinelli permanece en el limbo, mientras Nicaragua eleva la tensión regional en su intento por imponer condiciones en el seno del SICA, en medio de crecientes críticas a su estrategia diplomática basada en presión, bloqueos y confrontación.