En un nuevo episodio de represión a la Iglesia Católica en Nicaragua, monseñor Isidoro del Carmen Mora Ortega, obispo de la Diócesis de Siuna, Caribe Norte, fue detenido este miércoles por la policía sandinista. El arresto se produjo tras sus declaraciones en una misa en la catedral San Pedro Apóstol de Matagalpa, donde expresó su apoyo a monseñor Rolando José Álvarez Lagos, preso político de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo desde agosto de 2022.
Fuentes eclesiásticas confirmaron a medios locales que monseñor Mora fue retenido, bajado de su vehículo y llevado en una camioneta de la policía, pero no se ha especificado su destino.
Segundo Obispo Secuestrado en #Nicaragua
Monseñor Isidoro del Carmen Mora, Obispo de la Diócesis de Siuna.
Expresó hace dos días en una celebración eucarística que oraba por Monseñor Rolando Alvarez, secuestrado desde hace 16 meses.@Pontifex_es @TerzaLoggia pic.twitter.com/Vy4L5NBd1M— María José (@majosemax) December 20, 2023
La detención se relaciona directamente con su solidaridad hacia monseñor Álvarez, condenado a 26 años de cárcel por la dictadura Ortega-Murillo, y por su mensaje de unión y oración por parte de la Conferencia Episcopal de Nicaragua.
Este hecho se suma a una serie de ataques contra la libertad religiosa en Nicaragua que ha llevado a la cárcel y al exilio a decenas de sacerdotes.
Persecución contra la Iglesia Católica
Martha Patricia Molina, abogada e investigadora, catalogó el año 2023 como el más funesto para la Iglesia católica nicaragüense, con más de 740 ataques desde abril de 2018, de los cuales 275 ocurrieron en los últimos doce meses.
Molina, autora del informe “Nicaragua, Una Iglesia perseguida”, destacó que estas acciones son ilegales y dañan profundamente a la sociedad nicaragüense.
Además, Molina informó que un total de 176 religiosos han sido forzados a ejercer su profesión fuera de Nicaragua, incluyendo sacerdotes, monjas, seminaristas y diáconos, a causa de expulsiones, prohibiciones de ingreso o destierros impuestos por la dictadura.
Este número incluye al nuncio apostólico Waldemar Stanislaw y al padre Jairo Antonio Mercado Pavón, a quien recientemente se le negó la entrada al país.
La experta también denunció la cancelación de 237 misas en cementerios y la prohibición de 3,639 expresiones piadosas populares en todo el territorio nacional, evidenciando una clara violación a la libertad de culto y expresión religiosa en Nicaragua.
Estos acontecimientos marcan un claro deterioro en el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales en Nicaragua, poniendo en evidencia la creciente represión del régimen de Ortega-Murillo contra la Iglesia Católica y sus miembros.
La comunidad internacional sigue de cerca estos desarrollos, mientras la Iglesia Católica en Nicaragua continúa su labor pastoral en un contexto cada vez más hostil.