Debate presidencial entre promesas, señalamientos y ataques a periodistas en Panamá

El primer debate presidencial se vio empañado por el ataque a periodistas por parte de presuntos estudiantes. Los 7 candidatos plantearon sus recetas para solventar problemas de inseguridad, educación y seguridad social.

Entre promesas de creación de empleo, mejorar los niveles de seguridad, la salvación de la aseguranza social, promover el desarrollo sostenible y mejorar la calidad y la perspectiva de la educación, 7 de los 8 candidatos presidenciales de Panamá sostuvieron la noche de este lunes el primero de los 3 debates programados previo a las elecciones del 5 de mayo.

Y mientras los aspirantes se preguntaban entre ellos y respondían, en ocasiones con más pasionismo político que lógica real, el ausente del encuentro, Ricardo Martinelli, de Realizando Metas, se tomó el tiempo para insinuar en redes sociales que su ausencia en el evento es porque “el pueblo está con él” y claro, todos le temen.

Su inasistencia, sin embargo, se debe a una condena (que aún no está en firme) de poco más de 10 años de cárcel por lavado de dinero, lo que le dejaría fuera de la contienda electoral. Además, está refugiado en la embajada de la dictadura de Nicaragua, que le concedió asilo político para poder librarse de su sentencia.

El actual vicepresidente y aspirante al Ejecutivo, Gabriel Carrizo, fue blanco de muchos dardos en todos los bloques y participaciones.

El debate se llevó a cabo en la Universidad de Panamá, ante un limitado público entre los que había estudiantes. Incluso, 2 de ellos tuvieron la oportunidad de preguntarle a los candidatos.

Inseguridad, un gran problema

En medio de una creciente ola delincuencial, los candidatos plantearon sus recetas para devolver la tranquilidad de la ciudadanía.

“Voy a devolverle la seguridad a nuestros barrios, voy a meter presos a los delincuentes, incluyendo los de cuello blanco. Voy a garantizar que el derecho de las víctimas esté por encima del derecho de los delincuentes”, prometió Martín Torrijos del Partido Popular, quien gobernó Panamá entre 2004 y 2009. Sin embargo, fue señalado porque en su gestión no lo logró.

María Gordón, candidata de libre postulación (independiente) sostuvo que la solución no es convertir al país en una enorme cárcel.

“La solución no es convertir a Panamá en una cárcel. Somos el tercer país con mayor población en las cárceles en el contexto de América Latina. Duplicamos la cantidad de policías por persona en referencia a los países desarrollados. ¿Cuál es la raíz del problema? Se abandonó a las comunidades porque el Estado está en manos de una delincuencia de cuello blanco”, respondió.

Pero Carrizo dijo que Panamá es un país seguro, “según el índice de Paz Global”.

Zulay Rodríguez, diputada, polémica y candidata independiente, quien lidera las encuestas con un 14 % de preferencia, dijo que la democracia es tan importante como la seguridad.

No faltó quien prometiera retomar, al menos en parte, el modelo Bukele, que con mano dura redujo drásticamente los índices de homicidios y violencia en El Salvador.

“Hablemos en serio de la inseguridad. Los mayores ladrones que tiene Panamá están en este escenario o han sido protegidos por ellos. Hay que limpiar las instituciones de la corrupción y de la narcopolítica. Ustedes me piden que sea como Bukele. Voy a coordinar con Bukele y con quien sea necesario para combatir el crimen organizado”, sostuvo Ricardo Lombana, candidato a la República por el Movimiento Otro Camino.

Educación, mejorarla es prioridad

Los candidatos coincidieron, aunque con ciertas diferencias, en que elevar la calidad educativa es primordial para que el país avance.

Incluso, Rodríguez habló de llevar a Panamá a niveles de primer mundo, como en Finlandia, Alemania e Inglaterra.

“Todos estos países han implementado las jornadas educativas extensivas para poder ayudar a los estudiantes a potenciar sus habilidades”, ejemplificó.

Minería, qué gran lío

Con un conflicto social sin precedentes ocurrido apenas en octubre y noviembre, producto de un contrato con Minera Panamá que desembocó en protestas sociales durante un mes, uno de los aspirantes, sacó pecho y se pronunció prácticamente a favor de esta industria. 

Melitón Arrocha, del Partido Panameñista, dijo estar seguro de que aunque las protestas fueron populares contra la minería, no la mayoría de ciudadanos estaba en contra de una actividad que generaba unos 350 millones de dólares anuales en impuestos.

El resto de los aspirantes se mostró en contra.

La salvación de la Caja de Seguridad Social, que de acuerdo a algunos candidatos está al borde de la quiebra, fue otro de los temas de “confrontación”. Y aunque todos tuvieron su oportunidad para plantear sus soluciones, todas quedaron prácticamente como promesas poco claras de cómo lograrlo.

Afuera de donde se desarrolló el evento, un equipo de periodistas de TVN, la televisora que lo transmitió, fue agredido por una turba de presuntos estudiantes. 

 

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