Este jueves, el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Honduras dio el banderazo de salida al proceso electoral de 2025 con una cadena nacional transmitida al mediodía. La convocatoria oficial marca el inicio de un calendario que concluirá el 30 de noviembre del próximo año, cuando los ciudadanos acudirán a las urnas para elegir a las máximas autoridades del país.
En los comicios se definirá al próximo presidente de la República, así como a los 128 diputados al Congreso Nacional, los 298 alcaldes con sus respectivos regidores, y los representantes hondureños al Parlamento Centroamericano (Parlacen).
El órgano electoral ha adelantado varias gestiones logísticas para asegurar el buen desarrollo de los comicios, incluyendo procesos de compra y planificación técnica. Además, ya ha enviado al Congreso Nacional una solicitud de presupuesto por 1,737 millones de lempiras, cifra considerada esencial para garantizar una elección transparente y eficiente.
Sin embargo, el proceso se enfrenta a un obstáculo clave: el presupuesto aún no ha sido aprobado. Desde el Legislativo, el tema ha generado tensiones. Mientras la oposición acusa al oficialismo de intentar manipular el proceso con fines políticos, los diputados del partido de gobierno, Libre, señalan que los bloqueos provienen del Partido Nacional, el Partido Liberal y el Partido Salvador de Honduras.
Este retraso en la aprobación presupuestaria pone en riesgo el cumplimiento del cronograma electoral y refleja, una vez más, la fragilidad institucional que rodea los procesos democráticos en el país.
Con la convocatoria ya en marcha, todos los actores políticos deberán prepararse para un proceso que promete ser altamente competitivo y marcado por un clima de polarización y desconfianza. El reto ahora es garantizar que las condiciones estén dadas para una jornada electoral ordenada, transparente y participativa.