China pierde terreno en tres países centroamericanos pese a las presiones de sus diplomáticos

El retiro táctico es evidente en Costa Rica, Panamá y República Dominicana que se han alineado claramente con Washington y se han alejado de Pekín.

China claramente perdió la carrera por la red 5G en Costa Rica.

La República Popular China parece estar perdiendo terreno en Centroamérica. Sus empresas han sido excluidas de la licitación 5G en Costa Rica, del ambicioso proyecto de un ferrocarril en Panamá y de la renovación de un puerto clave en República Dominicana. A los diplomáticos del gigante asiático solo les han quedado las presiones mediáticas para reclamar cómo estos dos países toman distancia y se acercan estrechamente a Estados Unidos.

Las fricciones se intensificaron luego de que Costa Rica, bajo presiones directas de Estados Unidos, vetara la participación de la empresa china Huawei en la licitación de su red nacional de 5G, una decisión estratégica que alineó al país con las políticas de ciberseguridad promovidas desde Washington.

El gobierno de Rodrigo Chaves dejó claro desde 2023 que las empresas chinas quedaban excluidas porque ese país no ha suscrito el Convenio de Budapest sobre Ciberdelincuencia, un tratado internacional impulsado por el Consejo de Europa, con el objetivo de incrementar la cooperación internacional y generar marcos legales armónicos entre las naciones con el objetivo de hacer frente a los delitos informáticos y a la actividad criminal en internet.

El viceministro de Telecomunicaciones, Hubert Vargas Picado, justificó la exclusión de empresas chinas como proveedoras de redes y soluciones 5G, alegando que China tiene un Estado totalitario y su normativa interna obliga a sus compañías a realizar acciones de espionaje en otras naciones, como apoyo a los servicios de inteligencia del régimen.

Tras la visita del Secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio a Costa Rica, Chaves dejó claro su alineamiento con Estados Unidos y su distanciamiento con China.

Rubio repitió en su gira por cinco países centroamericanos que la República Popular China está obsesionada con dominar las telecomunicaciones y lo calificó como “una amenaza grave para la seguridad de los países donde incursionan”.

Tras la visita de Rubio, el gobierno estadounidense ha revocado las visas de varias figuras políticas costarricenses que han sido vinculadas, real o presuntamente, al respaldo de proyectos tecnológicos chinos, especialmente con Huawei.

Entre los afectados se encuentran el expresidente y Nobel de la Paz, Óscar Arias Sánchez; las diputadas Johanna Obando y Cynthia Córdoba (PLP); el diputado Francisco Nicolás (PLN); la diputada Vanessa Castro (PUSC); y Ana Sofía Machuca, auditora general del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).

Marco Rubio, secretario de Estado, saluda al presidente Rodrigo Chaves de Costa Rica.

Presión china a Costa Rica

China elevó en los últimos días su presión diplomática sobre Costa Rica, acusando a Estados Unidos de emplear tácticas de “chantaje” y “coacción” para aislarla en Centroamérica, en un contexto de crecientes tensiones geopolíticas que involucran la licitación de redes 5G, la Ruta de la Seda y los vínculos comerciales estratégicos en la región.

En una extensa entrevista concedida al diario costarricense La Nación, la embajadora de China en Costa Rica, Wang Xiaoyao, acusó directamente a la administración de Donald Trump de utilizar la cancelación de visas como una herramienta de presión política para obstaculizar la relación entre San José y Pekín.

“Además de los aranceles, la cancelación de visas se ha convertido en una herramienta de Estados Unidos para influir en las decisiones soberanas de otros países. Esto me despierta gran preocupación”, afirmó Wang.

La diplomática advirtió que Washington está utilizando una estrategia combinada de restricciones de viaje, sanciones comerciales y presiones diplomáticas para impedir el avance de China en Centroamérica.

Wang criticó severamente estas medidas y cuestionó la falta de transparencia de Washington: “No he escuchado a los Estados Unidos explicar, al menos públicamente, las razones para la cancelación de visas a múltiples políticos y diputados”, lamentó.

Las presiones de la administración de Donald Trump para limitar la influencia de China en América Latina, particularmente en sectores estratégicos como las telecomunicaciones 5G, energía e infraestructura, han generado tensiones diplomáticas. Costa Rica se ha visto obligada a equilibrar su política exterior: por un lado, profundizando su relación comercial con China; por otro, alineándose con las exigencias de seguridad de Estados Unidos, como evidenció el reciente veto a Huawei en el despliegue de la red 5G nacional.

Lo cierto es que Estados Unidos representa un mercado estratégico para Costa Rica y fuente de inversión clave, China se ha quedado en promesas. China solo representa el 2.2% de las exportaciones de Costa Rica y el país centroamericano solo recibió $2,4 millones de inversión de China en 2022, el año pasado China no estuvo entre los primeros 15 inversionistas en Costa Rica.

“No sé qué animó en su momento a quiénes firmaron este acuerdo con China. Me someto al escrutinio de ustedes: ¿Qué ha traído realmente para Panamá en todos estos años?”, se preguntó José Raúl Mulino al cancelar el acuerdo de la Ruta de la Seda.

Panamá abandonó la Ruta de la Seda

Pero China no solo pierde terreno en Costa Rica, en Panamá, el presidente José Raúl Mulino tomó la decisión de sacar al país de la llamada Ruta de la Seda, alegando que no había dejado ningún beneficio al país.

“Es una decisión que tomé de manera inmediata. No sé qué animó en su momento a quiénes firmaron este acuerdo con China. Me someto al escrutinio de ustedes: ¿Qué ha traído realmente para Panamá en todos estos años?”, declaró el mandatario panameño en febrero.

Panamá, que en 2017 rompió relaciones con Taiwán para establecer vínculos diplomáticos con China, en una polémica decisión que incluye cuestionamientos sobre el supuesto pago de sobornos millonarios al entonces presidente panameño, Juan Carlos Varela.

Tras la llegada de Trump a la Casa Blanca en 2025, Estados Unidos ha intensificado sus advertencias sobre el peligro de la creciente presencia china en sectores estratégicos panameños, especialmente el control de terminales portuarias y proyectos asociados al Canal de Panamá.

La administración Trump ha condicionado parte de su cooperación económica y militar con Panamá a la revisión de concesiones otorgadas a empresas chinas, y ha desaconsejado explícitamente la adhesión plena de Panamá a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, argumentando riesgos de “deuda insostenible” y “pérdida de soberanía”.

Según fuentes diplomáticas, la Casa Blanca ha instado a Panamá a someter a revisión los contratos de construcción de infraestructura ferroviaria, energética y logística adjudicados a empresas chinas, bajo amenaza de suspender apoyo financiero y programas de asistencia técnica.

China también ha presionado a Panamá, ha ofrecido inversiones en el ferrocarril Panamá-David, pero el gobierno de Mulino los ha excluido.

Luis Abinader, presidente de República Dominicana.

República Dominicana: retroceso en proyectos y cambio de tono

En República Dominicana, país que en 2018 estableció relaciones diplomáticas con Pekín, Estados Unidos ha ejercido presiones similares.

La embajada estadounidense en Santo Domingo ha advertido en privado que acuerdos en infraestructura crítica, como proyectos portuarios y de telecomunicaciones, podrían afectar negativamente las relaciones bilaterales.

Bajo la administración de Trump, Washington logró frenar la participación de empresas chinas en proyectos estratégicos, como la modernización del Puerto de Manzanillo y el despliegue de infraestructura tecnológica, a cambio de promesas de inversión y cooperación militar.

Recientemente, altos funcionarios dominicanos han adoptado un tono más cauteloso en su relación con China, intentando equilibrar sus vínculos para no tensar su relación con Estados Unidos, principal socio comercial y militar.

Un pulso estratégico en Centroamérica

La presión estadounidense busca cerrar espacios a China en el corazón del continente americano. Desde la ruta de acceso al Canal de Panamá, pasando por proyectos de infraestructura en El Salvador y República Dominicana, hasta la definición del futuro de las redes de telecomunicaciones en Costa Rica, cada país se encuentra en el centro de una nueva pugna de influencia geopolítica.

China, por su parte, advierte que no cederá a las presiones y promete fortalecer sus lazos comerciales y diplomáticos con los países que decidan mantener una política exterior independiente.

La tensión entre las dos mayores economías del mundo sigue proyectándose sobre Centroamérica, una región donde la competencia por la influencia estratégica será cada vez más intensa.

¿Nuevas presiones en la CELAC?

Este martes 13 de mayo, China sentará a su mesa con los países latinoamericanos y caribeños en una reunión de cancilleres de la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (CELAC), en la que se espere aumente las presiones.

El único país centroamericano que enviará un mandatario será Honduras, la presidenta Xiomara Castro y el dictador nicaragüense, Daniel Ortega, son los aliados más estrechos del Partido Comunista Chino en la región.

Aunque en el caso hondureño, dos de los candidatos presidenciales opositores han advertido de la posibilidad de una ruptura con China y retomar relaciones con su antiguo aliado histórico, Taiwán.

Claves de la guerra entre China y EE.UU. por Centroamérica en 2025

1. Veto a Huawei en Costa Rica

Estados Unidos presionó para impedir que la empresa china participara en la licitación de la red 5G, alineando a Costa Rica con sus políticas de ciberseguridad.

2. Cancelación de visas a figuras políticas

Washington revocó visas a diputados y al expresidente Óscar Arias por presuntos vínculos con Huawei, una medida que China calificó de “coerción política”.

3. Panamá bajo presión por el Canal y la Ruta de la Seda

EE.UU. exige revisar concesiones a empresas chinas y frenar la adhesión plena a la Ruta de la Seda, clave para el comercio global.

4. República Dominicana modera su acercamiento a China

La presión estadounidense logró detener proyectos portuarios y tecnológicos chinos, reforzando el control estratégico en el Caribe.

5. China acusa a EE.UU. de “ley de la selva” comercial

La embajadora Wang denuncia “chantaje económico” y advierte que China y sus aliados resistirán las presiones unilaterales de Washington.

6. Guatemala reafirma su relación con Taiwán y rechaza las presiones chinas. El gobierno de Bernardo Arévalo ha estrechado su cercanía con su histórico aliado, con más de 90 años de relaciones.

7. El Salvador abraza a Trump: La visita del presidente salvadoreño Nayib Bukele a Estados Unidos y la cálida recepción de Donald Trump, mientras emprenden un plan de alianza en materia migratoria y penal, han marcado un retiro discreto y táctico de las relaciones de El Salvador con China.

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