El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, rechazó las acusaciones del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), que lo señaló de representar una amenaza para la paz y la estabilidad política del país. En respuesta, acusó al máximo órgano electoral de ser el verdadero riesgo para la democracia costarricense.
La presidenta del TSE, Eugenia Zamora, había advertido la semana pasada que las declaraciones del mandatario ponían en peligro la institucionalidad democrática. Recordó que desde 1949 todos los presidentes han respetado al Tribunal, consciente de que su legitimidad como mandatarios depende de la institución que certifica los resultados de las elecciones.
Sin embargo, Chaves respondió de manera frontal. “Doña Eugenia, usted dice, ah, no, yo soy buena porque le dimos a usted el triunfo en las pasadas elecciones. Eso es como agradecerle a una máquina ATM, a un cajero automático, porque me dio la plata, que era mía ahí”, expresó el mandatario.
Añadió que no está acusando a la magistrada de violar el sufragio, pero sí de tener un trato desigual con diferentes sectores. “Yo le estoy acusando de que usted le pita las faltas de manera diferente a diferentes grupos”, dijo.
Chaves también cuestionó la imparcialidad del TSE durante gobiernos anteriores, mencionando al expresidente Óscar Arias.
“Desde don Óscar Arias… se pasó inaugurando obras, placas, poniendo placas por todo Costa Rica, soñando traspasarle la banda presidencial a una mujer… ¿Y usted no hizo nada? Usted ya era miembro del Tribunal”, reclamó.
En ese sentido, acusó al TSE de actuar con mayor rigor ante declaraciones suyas, incluso si no tienen relación con procesos electorales.
“Cuando Rodrigo Chaves habla sobre otras cosas que no tienen nada que ver con política electoral, ahí sí hace usted su circo electoral y manda a sus letrados… pero no tienen credibilidad tampoco”, afirmó.
Según el presidente, el conflicto con la magistrada responde a una molestia institucional por tener a un jefe de Estado sin ataduras con grupos de poder.
Chaves también defendió su estilo directo de comunicación: “A usted le incomoda mucho que este servidor no sea de los que tira la piedra y esconde la mano. Yo la dejo afuera enseñando. A usted le molesta mucho que cuando yo denuncie lo haga con nombres y apellidos. Eugenia Zamora, Max Ferrón, Zetty Bou y los demás”.
El mandatario concluyó su intervención cuestionando el supuesto blindaje institucional de los altos cargos. “¿Quién le dijo a usted que las personas que ocupan cargos jerárquicos en las instituciones son sagradas e inmutables?”, preguntó. Y cerró con un llamado: “Nosotros queremos y demandamos instituciones que cumplan su papel… sin favoritismos, sin aspavientos y sin hacerse las víctimas, como hace usted”.
El TSE ha pedido a la Asamblea Legislativa la suspensión de la inmunidad de Chaves debido a 15 casos de beligerancia política en la que habría incurrido el mandatario. La Asamblea Legislativa ha previsto para el 14 de noviembre una audiencia para que Chaves ejerza su defensa.







