El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, rechazó con dureza el más reciente Informe Estado de la Educación, que advierte de una caída sostenida en los aprendizajes y en la inversión pública en el sector.
El mandatario calificó el documento de “sesgado” y movido por “intereses económicos y políticos”.
El mandatario aseguró en su programa semanal que el documento, presentado la semana pasada por el Programa Estado de la Nación, responde a un intento de “defender financiamiento universitario” y no a un análisis objetivo.
“Repudio los análisis sesgados que sólo defienden intereses espurios. El informe lo único que dice es: gaste más plata, gaste más plata… ¿Por qué será?”, declaró en conferencia de prensa.
Incluso, siempre polémico y de espaldas a las críticas, el mandatario estalló en carcajadas al ser consultado por un periodista sobre “la crisis educativa”, según el contenido del estudio.
Lea además: Presidente defiende que crisis de homicidios en Costa Rica “no es tan grave”
Choque con los académicos
Chaves insistió en que el informe busca blindar el Fondo Especial para la Educación Superior (FEES), destinado a las universidades públicas, y señaló al Consejo Nacional de Rectores (Conare) como “dueño” del programa.
“Vean la hipocresía. ¿Quién es el dueño del Estado de la Educación? El Estado de la Nación. ¿Y quién es el dueño del Estado de la Nación? El Conare, los cinco rectores”, afirmó.
A su lado estaba el ministro de Educación, Leonardo Sánchez, quien trabajó más de una década como investigador senior en el propio Programa Estado de la Nación.
El presidente incluso ironizó: “¡Chingo de ministro que tenemos!”, mientras su funcionario sonreía en silencio, a pesar de haber declarado días antes que los informes son “fotografías del contexto” y que “aportan información útil” para la toma de decisiones.

Datos de la crisis de educación en Costa Rica
El décimo Informe Estado de la Educación, coordinado por la investigadora Isabel Román, subraya que el país atraviesa la peor crisis educativa en 40 años.
Según el documento, la inversión pública en el sector cayó a 4,98 % del PIB en 2025, la cifra más baja desde el año 2000, muy lejos del 8 % mínimo establecido en la Constitución.
“Cuando más necesitábamos mantener la inversión para salvar a una generación, optamos por reducirla, impidiendo reformas y mejoras”, afirmó Román, quien advirtió que la ruta adoptada “opta por la precarización de la educación pública”.
En matemáticas, los resultados de PISA 2022 muestran que el 96 % de los estudiantes de secundaria pública se ubican en niveles insuficientes, mientras que en comprensión lectora apenas una cuarta parte alcanza los niveles esperados.
Lea también: Costa Rica afronta nuevas solicitudes de extradición por narcotráfico internacional
Antecedentes de un deterioro prolongado
La crisis no es nueva. En 2019 el programa habló de una educación “atrapada en inercias”; en 2021 denunció un “apagón educativo” tras la huelga magisterial y la pandemia.
En 2023 calificó al sistema como de “segunda clase” y en 2024 señaló que los jóvenes desertaban de las aulas para buscar sustento económico.
La edición de 2025 advierte que la situación es ahora “más compleja y preocupante que nunca” y responsabiliza a los recortes presupuestarios, entre otras acciones, como causa de la crisis.
“La educación costarricense está perdiendo su valor público, deja de ser motor de movilidad social y aumenta las desigualdades”, señaló Román.
Además, recordó que los programas de equidad como las becas estudiantiles se redujeron un 35 % en los últimos cinco años, y que la inversión por estudiante en la educación superior es hoy equivalente a la de hace dos décadas.

Un presidente en confrontación
Las críticas de Chaves se enmarcan en una gestión marcada por los recortes al gasto público y la confrontación con los sectores académicos.
Aunque el Ejecutivo defendió supuestos logros como la eliminación del convenio de cooperación con Cuba, el informe advierte que, incluso si el presupuesto creciera un 10 % anual a partir de 2026, al país le tomaría 11 años recuperar los niveles de inversión de 2017.
Pese a las alertas, Chaves mantuvo su discurso contra lo que llamó “el festín” de las universidades públicas y desestimó el diagnóstico.
Para los investigadores, la crisis es real y se agrava. Para el presidente, en cambio, todo se reduce a un reclamo interesado para afectar su credibilidad.