La Celac vuelve a fallarle a la democracia. La Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños – Unión Europea hizo un clamor en pro de la dictadura de Cuba y llamó a mantener la zona de paz en favor del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.
Vergüenza mundial. La resolución de 52 puntos y 10 páginas de la Cumbre Celac-UE no dijo una sola palabra sobre los más de 2.000 presos políticos en las cárceles de Cuba, Nicaragua y Venezuela. No se condenó las desapariciones, los exilios, ni los crímenes de lesa humanidad.
Silencio cobarde y cómplice. La Cumbre Celac-UE tampoco condenó el envío de mercenarios cubanos a Ucrania, la esclavitud moderna de las brigadas médicas o las torturas. No. Al contrario, suplicaron por el fin del supuesto bloqueo y la no inclusión de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo.
Otro diálogo y otros 26 años de tiranía chavista. La Celac pidió clemencia y diálogo para el régimen de Nicolás Maduro. “Reiteramos nuestra oposición a la amenaza o al uso de la fuerza y a cualquier acción que no sea conforme con el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas”.
Un puñado de valientes. En la Celac Argentina, por instrucción de Javier Milei, junto con delegaciones de El Salvador, Ecuador, Costa Rica, Paraguay, Panamá, Trinidad y Tobago dijeron no a la mano suave que favorece a la dictadura de Venezuela y los cárteles de drogas.
Argentina, El Salvador, Ecuador, Costa Rica y Paraguay dijeron no a la dictadura de Cuba. Nuevamente estos países brillaron en su defensa a la democracia. Nadando contra corriente le dijeron a la Celac que no serían cómplices de la tiranía de 66 años en el poder.
La dictadura de Venezuela se negó a firmar la resolución de la Celac-UE. A pesar de que se pronunciaron en contra de los bombardeos en el Caribe, el régimen de Nicolás Maduro no logró su objetivo principal: una condena directa contra el gobierno de Estados Unidos.
Gustavo Petro derrotado y humillado. De 60 presidentes (33 latinoamericanos y 27 europeos) solo 9 llegaron. Le dijeron que no. Petro es visto como un presidente desquiciado, ideologizado y altamente tóxico.
La soledad de Gustavo Petro. La izquierda lo abandonó. Claudia Sheinbaum de México, Gabriel Boric de Chile, Yamandú Orsi de Uruguay e incluso los dictadores Ortega, Maduro y Díaz-Canel. Ninguno llegó a la Cumbre. Lula de Brasil asistió por un par de horas y luego se marchó.
La Cumbre de la Celac-UE termina con declaraciones líricas y pocas acciones relevantes. El problema principal sigue siendo que la Celac no es una organización sino un evento, sin sede, sin secretaría general, sin presupuesto y, lo que es más grave, sin valores democráticos.







