El presidente Donald Trump aseguró este viernes que la lancha rápida bombardeada en aguas del Caribe frente a Venezuela transportaba “suficiente droga para matar entre 25,000 y 50,000 personas”. El mandatario publicó en Truth Social que la embarcación intentaba ingresar a territorio estadounidense cuando fue detenida frente a las costas de Venezuela.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, confirmó que las Fuerzas Armadas de Estados Unidos ejecutaron el ataque en aguas internacionales. Según el funcionario, el operativo dejó 4 personas muertas a bordo del bote, identificado como una “embarcación de narcotráfico”.
Operativos militares en el Caribe
El ataque representa al menos la cuarta acción militar de Estados Unidos en el Caribe desde inicios de septiembre. Todas han tenido como objetivo embarcaciones que Washington considera vinculadas a cárteles de la droga. Estos grupos fueron designados recientemente como organizaciones terroristas por la administración Trump.
Hegseth señaló en X que la operación se ejecutó por orden del presidente. Describió el ataque como “letal y cinético” contra narcotraficantes que, según la inteligencia estadounidense, transportaban grandes cantidades de droga con destino a Estados Unidos.
📹 ON CAMERA: This morning, President Trump ordered a strike on a narco-trafficking vessel affiliated with Designated Terrorist Organizations headed to America and loaded with enough drugs to kill 25,000 to 50,000 PEOPLE off the Coast of Venezuela.
BE WARNED! pic.twitter.com/231ttj4q9P
— The White House (@WhiteHouse) October 3, 2025
Tensiones con Venezuela
El operativo tuvo lugar cerca de las costas venezolanas, lo que podría aumentar las tensiones con el gobierno de Nicolás Maduro. El mandatario venezolano declaró esta semana que evalúa un estado de emergencia para preparar al país ante un posible ataque militar estadounidense.
Debate sobre la legalidad de los ataques
Expertos legales y legisladores han cuestionado la legalidad de los bombardeos en el Caribe. Según una carta enviada por el Pentágono al Congreso, Trump determinó que Estados Unidos está en “conflicto armado” con los cárteles designados como terroristas. Bajo este criterio, los traficantes son considerados “combatientes ilegales”.
El planteamiento sugiere que los operativos forman parte de una campaña militar prolongada y no solo de acciones puntuales en defensa propia. En su declaración más reciente, Hegseth advirtió: “Estos ataques continuarán hasta que terminen los ataques contra el pueblo estadounidense”.