El Gobierno de Donald Trump notificó el viernes al salvadoreño Kilmar Ábrego García, residente de Maryland, que planea deportarlo a Eswatini, una pequeña nación del sureste de África, según un correo electrónico revelado por la cadena estadounidense CNN.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) explicó en la comunicación que, debido a las objeciones del inmigrante sobre ser enviado a otros países, se determinó su expulsión hacia Eswatini. Previamente, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) había considerado deportarlo a Uganda, pero Ábrego García se opuso alegando temor a ser perseguido o torturado.
“Esa afirmación de temor es difícil de tomar en serio, especialmente dado que usted ha afirmado (…) que teme persecución o tortura en al menos 22 países diferentes”, señalaba el correo, que incluía a su país de origen, El Salvador, donde permaneció semanas en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) tras ser deportado por error a inicios de este año.
Un funcionario del ICE confirmó la decisión: “Es cierto: un juez de inmigración ordenó su remoción y el ICE cumplirá con esa orden”. Actualmente, Ábrego García permanece bajo custodia del ICE mientras enfrenta un proceso judicial por tráfico de personas.
La jueza federal que supervisa el caso dictaminó la semana pasada que no podrá ser deportado hasta al menos principios de octubre, cuando se espera que funcionarios de la Administración Trump testifiquen sobre los intentos de acelerar la expulsión.
El inmigrante salvadoreño ha expresado su preferencia por ser enviado a Costa Rica, país que, según él, estaría dispuesto a otorgarle un estatus legal. Sin embargo, rechazó una oferta previa del Gobierno que vinculaba su traslado a Costa Rica con una declaración de culpabilidad en el caso de tráfico de personas.
Eswatini, antes conocido como Suazilandia, es un país del tamaño del estado de Nueva Jersey, gobernado por un monarca con poderes absolutos y ubicado en el extremo sur de África. Forma parte del grupo de cuatro naciones africanas —junto a Ruanda, Sudán del Sur y Uganda— que mantienen acuerdos con el Gobierno de Trump para recibir deportados extranjeros.
Mientras tanto, Ábrego García busca renovar su solicitud de asilo en Estados Unidos, proceso que seguirá bajo la jurisdicción de un juez de inmigración del Departamento de Justicia.