Estados Unidos se prepara para ejecutar ataques militares dentro de Venezuela, según revelaron fuentes citadas por el Miami Herald y el Wall Street Journal. Los bombardeos, que podrían ocurrir “en cuestión de días u horas”, formarían parte de una operación contra el Cartel de los Soles, una red de narcotráfico que, de acuerdo con Washington, opera dentro de las Fuerzas Armadas venezolanas y es dirigida por el presidente Nicolás Maduro.
La decisión habría sido tomada por la administración del presidente Donald Trump como parte de una “fase final” destinada a neutralizar las estructuras del narcotráfico en el país sudamericano. En los últimos meses, Estados Unidos ha reforzado de forma significativa su presencia militar en el Caribe, desplegando el portaaviones USS Gerald R. Ford y varios destructores, junto con aviones F-35 y drones armados MQ-9 Reaper estacionados en Puerto Rico.
De acuerdo con fuentes del Pentágono, las operaciones se centrarán en laboratorios, pistas clandestinas y vehículos vinculados al tráfico de drogas, aunque analistas advierten que una acción directa sobre territorio venezolano podría generar una grave escalada regional.
Washington también duplicó la recompensa por información que conduzca a la captura de Nicolás Maduro, elevándola a 50 millones de dólares, la cifra más alta ofrecida por el Gobierno estadounidense. Además, mantiene recompensas de hasta 25 millones de dólares por otros altos funcionarios, entre ellos el ministro del Interior, Diosdado Cabello, y el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López.
Funcionarios estadounidenses sostienen que el Cartel de los Soles exporta unas 500 toneladas de cocaína al año, distribuidas entre Europa y Estados Unidos, y que trabaja en coordinación con el Tren de Aragua, el Cártel de Sinaloa y otras organizaciones criminales transnacionales.
Aunque Washington no ha confirmado si Nicolás Maduro es un objetivo directo de los ataques, fuentes consultadas por medios estadounidenses aseguran que “su tiempo se está acabando”. Expertos en seguridad señalan que una invasión a gran escala es poco probable, pero que los ataques aéreos selectivos podrían intensificarse en las próximas semanas, con consecuencias imprevisibles para la estabilidad política y humanitaria de Venezuela y la región.
