El Papa Francisco regresó al Vaticano después de 38 días de hospitalización debido a problemas respiratorios y ahora deberá guardar al menos dos meses de convalecencia.
La situación genera incertidumbre sobre si podrá cumplir con sus compromisos, incluidos el Jubileo, los ritos de la Semana Santa y una serie de visitas y eventos importantes.
El Pontífice ha sido instruido por los médicos a descansar y realizar fisioterapia, pero los problemas de movilidad y respiración que mostró el domingo al regresar al Vaticano han generado dudas sobre su capacidad para cumplir con su agenda.
En su traslado, fue visto con cánulas nasales, lo que indica que sigue necesitando oxígeno para respirar.
La plaza de San Pedro abraza al #PapaFrancisco: «Lo necesitamos». El relato de los fieles presentes en la plaza mientras las imágenes del Pontífice, desde el Hospital Gemelli, se sucedían en las maxipantallas.https://t.co/QB56w1SuZi
— Vatican News (@vaticannews_es) March 24, 2025
Su apartamento en la casa Santa Marta ha sido acondicionado con material y mobiliario adecuado para emergencias, y estará atendido las 24 horas por personal médico. Sin embargo, aquellos cercanos al papa Francisco saben que él difícilmente se limitará a descansar durante este período forzado de aislamiento.
Los medios italianos ya especulan sobre cómo transcurrirán estos dos meses de recuperación. Se anticipa que el papa podría comunicarse con el mundo a través de videomensajes o apariciones limitadas, como las bendiciones desde la ventana de su biblioteca con vistas a la Plaza de San Pedro.
Uno de los primeros eventos clave será la visita del rey Carlos de Inglaterra a Roma el 8 de abril. La duda es si el papa Francisco asistirá o si delegará este acto en el secretario de Estado, Pietro Parolin.
Además, se avecinan otros compromisos, como el Jubileo de los misioneros de la misericordia (28-30 de marzo) y los ritos de la Semana Santa, para los cuales se esperan decisiones pronto, incluyendo si varios cardenales tomarán su lugar.
A pesar de su estado de salud, el cardenal Giovanni Battista Re aseguró que la mente del papa sigue intacta, y aunque se espera que su recuperación sea larga, no se ha perdido la esperanza de que pronto pueda retomar algunas funciones, aunque con limitaciones.