La operación de Hutchison Ports PPC, controlada por Hong Kong, China, en el Canal de Panamá supone altos riesgos para Washington en el transporte marítimo civil y militar en apoyo a Taiwán, aseguró el congresista demócrata estadounidense de Illinois, Raja Krishnamoorthi.
Representantes de Hutchison acudieron el jueves a una audiencia en el Congreso de Estados Unidos que investiga sobre la influencia de China en la vía interoceánica. En dicho comité, Krishnamoorthi señaló que la gestión de empresas cercanas al gobierno en Pekín supone un riesgo de trabas en el envío de ayuda a Taiwán en medio del conflicto con China al proclamar su independencia del gigante asiático.
Para Krishnamoorthi, el Canal de Panamá también se puede utilizar como base militar para promover los objetivos de Pekín.
Hutchison opera dos puertos en el Canal de Panamá desde 1997. En 2021, se renovó el contrato de administración que finalizaba en 2022.
Una investigación inicial del Pentágono encontró que la operación de los canales no representaba un riesgo para la seguridad nacional de Estados Unidos en la década de 1990. Pero, las dudas volvieron a surgir con la renovación del contrato dadas las recientes tensiones comerciales y políticas entre Washington y Pekín.
“En un mundo ideal, en última instancia, veríamos que cuando finalicen esos contratos, lo que será en los próximos 10 o 15 años, tendremos la oportunidad de sacar a las empresas controladas de Hong Kong”, añadió Daniel Runde, vicepresidente sénior del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales ante la Cámara de Representantes.
En la audiencia, Bradley Parks, director ejecutivo de AidData, un laboratorio de investigación universitario en William & Mary en Virginia, aseguró el gobierno estadounidense ha subestimado la “ambición” de China para reforzar su presencia con la Franja y la Ruta, una estrategia de Pekín lanzada en 2013 para el desarrollo de infraestructura y cooperación.
Una investigación de 2021 de AidData reveló que los compromisos de crédito de China en los países de ingresos bajos y medios superan los $80,0000 millones, mientras que el financiamiento de EEUU alcanza los $60,000 millones. Las operaciones de China, sin embargo, son fuertemente cuestionadas por vulneraciones a las normas ambientales y estar relacionadas con escándalos de corrupción.
La denominada “guerra comercial” entre EEUU y China se exacerbó en 2017 cuando Pekín aplicó una escalada de aranceles a productos estadounidenses, que derivó en una respuesta de Washington. El conflicto se extendió al ámbito tecnológico, pues el gobierno estadounidense acusa al gigante asiático, considerado la “fábrica del mundo”, de utilizar la tecnología 5G como espionaje.
El Canal de Panamá, construido por EEUU y con uso militar desde 1914, moviliza un 6 % del comercio mundial, cuyo principal cliente es Estados Unidos con un 67 % de la carga transportada por la vía interoceánica.
China es el segundo usuario, con un 16 % de la carga transitada, seguido de México, Chile y Japón, según registros de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP).
Antes del canal, los buques con destinos a Europa y Asia rodeaban el continente americano, pero la vía marítima de 80 kilómetros conecta entre el Pacífico y Atlántico facilitando el cruce de mercaderías.