Cuba, Nicaragua y Venezuela fueron incluidos este lunes por el Departamento de Estado de Estados Unidos entre los países con las formas más severas de tráfico humano.
El gobierno estadounidense hizo público su reporte anual sobre tráfico de personas en el mundo, señalando que las dictaduras de los tres países no cumplen con los estándares de lucha contra esta problemática y que “no hacen esfuerzos significativos” para detenerla.
Según el informe, estos regímenes “no cumplen con las normas mínimas y no están haciendo esfuerzos suficientes” para proteger a las víctimas de tráfico.
Los tres países latinoamericanos están clasificados en el nivel 3 del Informe sobre Trata de Personas, presentado por el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, en la sede del Departamento de Estado en Washington, a media mañana de este 24 de junio.
Dictadura de NIcaragua indiferente
En el caso de Nicaragua, el informe dice que el régimen sandinista que encabeza Daniel Ortega y Rosario Murillo “continuó minimizando la severidad del problema de tráfico humano” y no hizo esfuerzos para identificar y apoyar a las víctimas de trata humana, mientras los nicaragüenses continúan “siendo explotados en el exterior”.
“Como se informó en los últimos cinco años, los traficantes de personas explotan a las víctimas nacionales y extranjeras en Nicaragua, y los traficantes explotan a las víctimas de Nicaragua en el extranjero. Las mujeres, los niños y los migrantes en Nicaragua son especialmente vulnerables a la trata”, señala el informe.
Además, señala que los traficantes someten a mujeres y niños nicaragüenses a la trata sexual dentro del país y en otros países de América Central, México, España y los Estados Unidos.
“Los nicaragüenses que migran, o son desplazados por la fuerza, a otros países centroamericanos, Europa y los Estados Unidos han sido víctimas del tráfico sexual y laboral, tanto en tránsito como después de llegar a sus destinos”, subraya el reporte estadounidense.
Según el informe, los traficantes se aprovechan del deseo de oportunidades económicas de los nicaragüenses a través de ofertas fraudulentas de salarios más altos por el trabajo en restaurantes, hoteles, servicios domésticos, construcción y seguridad en centros urbanos y lugares turísticos en el extranjero y utilizan cada vez más los sitios de redes sociales para reclutar a sus víctimas.
Estados Unidos es contundente en señalar que el gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murilo no informó de ningún esfuerzo de aplicación de la ley para combatir el tráfico laboral por cuarto año consecutivo, ni informó de ninguna investigación, enjuiciamiento o condena de empleados del gobierno cómplices en delitos de trata.
“La corrupción y la complicidad oficial en los delitos de trata siguieron siendo preocupaciones significativas, inhibiendo la acción de aplicación de la ley durante el año”, subraya.

El reto de la migración irregular
El gobierno estadounidense subrayó que en el hemisferio occidental existen aspectos comunes respecto a la trata de personas, pero el mayor reto sigue siendo la “migración irregular sin precedentes”.
El informe detalla que quienes buscan asilo fuera de sus países son “especialmente vulnerables” al tráfico sexual y al trabajo forzado por parte de grupos criminales y traficantes.
“Llamamos a todos los países que enfrentan la inmigración irregular a prevenir el tráfico y priorizar la evaluación de personas”, indica el documento.
Blinken detalló que el reporte es una “evaluación comprensiva” que busca identificar el estado de los esfuerzos “antitráfico” en 188 países del mundo, incluyendo Estados Unidos.
A nivel global, unos 27 millones de personas son explotadas laboralmente, en servicios o de manera sexual, mediante fuerza, fraude y coerción, reveló el informe.
La explotación laboral de los cubanos
En el caso de Cuba, el gobierno estadounidense destacó como preocupación un programa de exportación de servicios profesionales en el que el gobierno cubano envía “miles de trabajadores” a diferentes países a cambio de ganancia económica. Entre los afectados se encuentran profesores, artistas, atletas y entrenadores, así como unos 7.000 marineros.
Al finalizar el 2023, más de 22.000 trabajadores afiliados al gobierno cubano estaban presentes en 53 países.
En Venezuela, bajo la dictadura de Nicolás Maduro, el informe destacó que “Estados Unidos no reconoce a Maduro y sus representantes como el gobierno de Venezuela”, aunque apuntó que el tirano venezolano tomó “algunos pasos” a favor de la trata humana, como sentenciar a dos traficantes a tiempo “significativo en prisión”.
Sin embargo, la “falta de información pública y las restricciones a la prensa en reportar esfuerzos antitrata de personas” fueron complacientes con la problemática.
“Maduro y sus representantes fueron complacientes en crímenes de tráfico y mantuvieron un ambiente permisivo para grupos armados”, agrega el informe.

Posición de otros países latinoamericanos
Los países latinoamericanos con mejor posición en el reporte fueron Argentina, Chile y Colombia, reconocidos por sus esfuerzos en la lucha contra el tráfico humano.
El Informe sobre Trata Humana también incluye el reconocimiento a varias personas consideradas “héroes” por su trabajo en la lucha contra el tráfico.
Este año, tres mujeres hispanohablantes fueron incluidas en esta lista: Marcela Martínez de Bolivia, la cubana Maria Welau y la española Rosa Cendón. Blinken resaltó sus esfuerzos como clave para lograr un “cambio rápido” ante los “obstáculos presentes”.
En las últimas dos décadas, el organismo ha honrado a 170 personas como “héroes” de la trata humana provenientes de más de 90 países. “Muchos de ellos han puesto en riesgo su propia seguridad para apoyar a las víctimas y compartir sus historias”, dijo Blinken.
Sanciones de Estados Unidos
Estados Unidos ha sancionado a Nicaragua en cinco ocasiones desde 2023 debido a su postura de fungir como base de operaciones para el tráfico internacional de migrantes, destacando la gravedad y persistencia del problema en el país centroamericano.
Nicaragua ha recibido sanciones en 2023 y 2024 por permitir el aterrizaje de vuelos chárter desde diferentes partes del mundo, como puerto de entrada de migrantes que buscan viajar irregularmente a Estados Unidos, con el respaldo de las autoridades nicaragüenses que les cobran multas y coimas a cambio de permitirles usar el territorio como punto de partido.