Quince años después de su última visita, Guns N’ Roses volvió a El Salvador y encendió el estadio Jorge Mágico González con una noche de rock puro. Miles de fanáticos corearon cada canción de una banda que, a pesar del paso del tiempo, sigue demostrando por qué ocupa un lugar legendario en la historia del género.
Desde las primeras horas del sábado, los alrededores del estadio se llenaron de camisetas negras, chaquetas de cuero y fanáticos listos para revivir los años dorados del hard rock. A las 3:00 de la tarde se abrieron las puertas y, a las 6:00 p.m., la banda salvadoreña Ran42K preparó el terreno con una presentación cargada de energía.
Fue el segundo concierto de la banda en Centroamérica que estrenó su gira en la región el 1 de octubre en San José, Costa Rica.
Una apertura explosiva con “Welcome to the Jungle”
En punto de las 8:00 de la noche (9:00 de Panama), las luces se apagaron y “Welcome to the Jungle” retumbó en los altavoces. El rugido del público marcó el inicio de un espectáculo de casi tres horas en el que Axl Rose, Slash y Duff McKagan entregaron un repertorio plagado de clásicos.
Temas como Sweet Child O’ Mine, November Rain, Don’t Cry y Paradise City llevaron al público a un viaje por más de tres décadas de historia musical. Slash deslumbró con solos hipnóticos, mientras McKagan imprimió su sello en el bajo y Rose, aunque con una voz más madura, mantuvo la potencia y el carisma que lo caracterizan.
Escena | “Welcome to the Jungle” abrió el concierto de la banda Guns N’ Roses en El Salvador a las 8:00 p.m., con un estadio Jorge “Mágico” González a full.
Video: Jhoel Díaz pic.twitter.com/Wac1EMCeXe
— Diario El Mundo (@ElMundoSV) October 5, 2025
Un público diverso y apasionado
El estadio se transformó en un mar de luces y coros. Familias enteras, jóvenes y veteranos del rock compartieron el mismo entusiasmo. La cita atrajo también a seguidores de países vecinos como Guatemala, Honduras y Nicaragua, quienes viajaron para ser parte de un evento que superó las fronteras.
Desde las gradas hasta la cancha, el ambiente fue una mezcla de nostalgia, adrenalina y gratitud. Cada riff, cada coro y cada solo despertaron recuerdos y emociones en una audiencia que no dejó de cantar ni un solo verso.
Un espectáculo que quedará en la memoria
Con una producción impecable en luces, sonido y puesta en escena, Guns N’ Roses reafirmó su estatus como una de las bandas más influyentes del rock mundial. El grupo cerró la noche con Paradise City, entre fuegos artificiales y una ovación que estremeció el estadio.
Slash deleita al público salvadoreño que hace 15 años no disfrutaba de la banda completa de Guns N’ Roses.
Vía: cortesía pic.twitter.com/1VexKkxUH7
— El Clarín (@SVElClarin) October 5, 2025
Más allá del repertorio, el concierto se sintió como una celebración del rock y de su permanencia en la cultura popular. Para muchos asistentes, fue más que un concierto: fue un reencuentro con una parte de su historia musical.
El regreso de Guns N’ Roses a El Salvador no solo revivió la magia de los años 90; también confirmó que el poder del rock sigue intacto y que, incluso 15 años después, la banda puede seguir encendiendo la jungla.