Una cuarta parte de la economía salvadoreña depende de las microempresas, un segmento altamente informal y que surge por la insuficiente oferta de empleos formales, reveló un estudio de la Fundación Salvadoreña de Apoyo Integral (Fusai).
El informe “Estado de la MYPE 2024: la otra cara de la economía” plantea que las microempresas contribuyeron en promedio con un 42.9 % del producto interno bruto (PIB) entre 2016 y 2023.
El director de @ObservaMYPESV, Luis Castillo, señala que un porcentaje de las MYPES ha sido el más golpeado durante la pandemia y la inflación. Considera que debería implementarse un plan de recuperación económica que les ayude a alcanzar una mayor estabilidad.
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— Telenoticias Megavisión (@TelenoticiasGMV) September 2, 2024
La participación sin embargo cambió después del gran choque surgido por la pandemia de covid-19 en 2020, que afectó principalmente a los pequeños negocios que no lograron sobrevivir a seis meses de confinamiento, seguido después de una crisis inflacionaria.
Según el estudio, presentado la semana pasada pero disponible para consulta este martes, las microempresas aportaban un 46.3 % del PIB en 2019 y se mantuvo en 47.1 % en 2020, pero en 2021 comenzó a bajar su aporte hasta colocarse en 36.3 % en 2023.

Las microempresas aportan un 34.9 % del ingreso nacional bruto –el ingreso de las personas en la economía–, una participación superior a las medianas y las grandes empresas que generan un 27.3 %, o las remesas familiares con un 20.4 %.
Microempresas, refugio de la informalidad
El estudio refuerza la idea de que las microempresas surgen como un refugio para los salvadoreños que no lograron encontrar un empleo en la economía formal debido a la baja oferta, conformadas principalmente como negocios familiares.
Fusai señaló que un 76 % de las microempresas se encuentran en el sector informal, es decir, que no cotizan pensión ni el régimen de salud, al igual que no están registrados como contribuyentes dentro del fisco para pagar impuestos.
“Expectativa sobre la marcha de los negocios” de la MYPE recién publicado por @ObservaMYPESV demuestra la fuerte positividad y confianza de la micro y pequeña empresa.
Los logros transformadores del Presidente @nayibbukele los inspiran a la inversión y a aspirar al crecimiento… pic.twitter.com/ljUdFWeajn— Paul Steiner (@PaulDSteiner) September 1, 2024
El restante 24 % es semiformal porque cumple alguna de las tres obligaciones. “Los porcentajes de microempresas semiformales, sin embargo, aumentan a 40 % en el caso de las microempresas de expansión, 39 % en las que operan en el sector transporte y al 36.6 % de aquellas cuyos propietarios tienen estudios de educación superior”, reseña en el informe.
Un 38.9 % de las microempresas consultadas en la investigación señaló que no cotiza pensión o seguro social porque desconoce los requisitos, seguido de un 24.4 % que considera que es muy caro y un 23.9 % que aseguró que sus empleados prefieren que no se les descuente.
Además, un 37.2 % de los microempresarios indicó que no se formaliza porque los ingresos de su negocio no alcanzan para pagar seguro social, pensiones e impuestos. Entretanto, un 36.9 % considera que el costo es alto y un 30.6 % evaluó que los trámites son engorrosos para inscribirse.
De acuerdo al estudio, un 49.1 % de los pequeños negocios son de subsistencia, y solo 5.3 % de expansión.
La investigación reveló que un 57.8 % de las microempresas están bajo la tutela de mujeres y un 42.2 % por hombres. De los negocios bajo mujeres, un 55.9 % se considera de subsistencia y un 32.2 % acumulación simple.