Desde Guatemala a Panamá, tanto las grandes como las pequeñas terminales se encuentran saturadas. “Aproximadamente desde hace un año estamos teniendo problemas porque nuestros puertos están llenos, así como está pasando en otros países”, sostuvo Ricardo Lince, presidente de la Asociación Marítima Nacional de Panamá (MAPA).
Centroamérica cuenta con 44 instalaciones portuarias, de las cuales 23 conectan rutas del Pacífico y 21 en el Litoral. Panamá es el principal jugador, con un 63 % de la carga movilizada, seguido de Guatemala con un 13 % y Costa Rica con un 12%, según la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (Sieca).
Durante un congreso de comercio exterior realizado en Ciudad de Panamá, Lince explicó que las trabas logísticas responden a cambios en los patrones de consumo por el “nearshoring”, ya que las empresas compran de otros puntos y por rutas no tradicionales.
“Esto genera que la carga se tenga que mantener más tiempo del necesario, que incluso impide a los puertos tener espacio para recibir carga local; así que los barcos no llegan”, indicó el ejecutivo, quien reconoció que está “trayendo un problema”.
En El Salvador, la esperanza de tener un puerto más moderno se ha puesto en espera. El gobierno de Nayib Bukele entregó en diciembre a través de una sociedad de economía mixta la operación de las dos terminales marítimas al grupo turco Yilport por 50 años, quien se comprometió a tener nueva maquinaria para agilizar el despacho en los primeros tres meses de su gestión.
No pasó y la explicación ofrecida a los empresarios es que encontraron “más problemas de lo que habían pesado” en el Puerto de Acajutla, en Sonsonate, una conexión con el Pacífico y la más importante de El Salvador.
Silvia Cuéllar, presidenta de la Corporación de Exportadores de El Salvador (Coexport), indicó en televisión salvadoreña que la maquinaria ingresará hasta septiembre. A pesar de la demora, aseguró que los tiempos de despachos de mercancías en Acajutla se han reducido de 30 a 14 días.
Guatemala, que conecta el sur con los mercados norteamericanos, no escapa de la crisis y su principal terminal en Puerto Quetzal quedó rezagada frente a la demanda. “Lo que hagamos ahora aún será insuficiente para la economía nacional, creció demasiado rápido y el puerto no creció nada”, sostuvo en una entrevista con Canal Antigua el presidente de la Empresa Portuaria Quetzal, Antonio Lemus.
Estados Unidos apoyará al gobierno guatemalteco en la ampliación y la modernización de esta terminal con una inversión de $64 millones. El proyecto, a cargo del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EE. UU., incluye intervenciones en puertos, navegación y servicio de diseño para las zonas de atraque.