Las obras de mitigación y llenado del embalse para salvar el Canal de Panamá costarán más de $2,000 millones en los próximos seis años, aseguró el gerente de la División de Agua de la empresa administradora, Erick Córdoba.
“Necesitamos tomar algunas medidas porque no es aceptable”, aseguró Córdoba en una entrevista con la agencia Bloomberg, en referencia a la reducción en el tránsito de contenedores de 2023 por la sequía sin precedentes en los últimos 70 años.
Debido a que las lluvias de noviembre no resultaron tan deficientes, la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) aumentó a 24 el número de tránsito diarios de buques, un 58 % menos de la capacidad de 38 contenedores antes de la sequía. Sin embargo, la crisis se mantendrá este 2024 a medida que el fenómeno de El Niño se endurezca durante el verano.
Córdoba explica que para permitir el paso de las 24 embarcaciones durante la estación seca se liberará el agua del lago Alajuela, cuyo caudal es necesario para el tránsito y el uso industrial de 1.5 millones de habitantes, hacia un embalse secundario. El ejecutivo advierte que si las lluvias son suficientes en mayo, la ACP aumentaría el tráfico para aliviar la larga espera de más de 10 días.

Romper la montaña
El ejecutivo asegura que aliviar la escasez crónica de agua en el cruce marítimo requerirá reparar el río Indio, para después perforar un túnel a través de una montaña que canalizará agua dulce desde el lago Gatún en un tramo de ocho kilómetros.
Actualmente el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos realiza los estudios de viabilidad.
De obtener la viabilidad, el siguiente paso es conseguir la aprobación del Congreso de Panamá. Además, se tendrá que llegar a un acuerdo con miles de agricultores y ganaderos que perderían sus tierras por las inundaciones para la construcción del embalse, un tema, asegura Córdoba, que ya genera disputa con los productores.
“¿Cómo se supone que vamos a sobrevivir en otro lugar donde no sabremos qué hacer?”, reclama Elizabeth Delgado, que vive en la última casa en el camino hacia el río Indio y una de las primeras zonas donde se inundaría con la construcción.
Bloomberg recoge que la mujer de 38 años depende del cultivo de arroz, plátanos y yuca, a quien el gobierno ya le avisó que tendrá que desalojar su vivienda, aunque las tierras seguirán siendo de su propiedad.
La ACP también experimenta con la siembra de nubes para aumentar la condensación que genera lluvia, una idea que ha tenido éxito en climas secos y presenta retos con las condiciones tropicales de Panamá. En noviembre, un avión de Weather Modification Inc., con sede en Dakota del Norte, hizo las primeras pruebas, pero el proyecto no parece convencer del todo a la ACP.
Mientras la ACP y las autoridades panameñas se ponen de acuerdo, el comercio cuelga de las cuerdas flojas. Los transportistas se quejan que para saltarse la fila de espera se debe pagar millonarias sumas a la administradora en las subastas o buscar vías alternas, como en el Canal de Suez.
Sin embargo, algunas navieras han decidido suspender o cambiar el mapa para evitar el tránsito por el Mar Rojo y el Canal de Suez por las condiciones de inseguridad, una operación que eleva el costo del flete marítimo.