Las remesas familiares enviadas por guatemaltecos en el exterior alcanzaron los $18,968.4 millones entre enero y septiembre de 2025, un incremento interanual del 19.8 % frente al mismo período de 2024, según datos del Banco de Guatemala (Banguat).
En los primeros nueve meses del año, el país recibió $3,123.4 millones más que en igual lapso de 2024, cuando el monto fue de $15,845 millones.
Solo en septiembre ingresaron $2,106.7 millones, lo que representa $382.6 millones adicionales respecto a los $1,724.1 millones registrados en septiembre del año pasado.
Según reportes de la prensa local, el presidente del Banguat, Álvaro González Ricci, ha explicado que el crecimiento de las remesas ha superado las expectativas técnicas del banco. “Teníamos proyectado un crecimiento de 9 %, actualmente el crecimiento en su base central es de 14 %”, señaló el funcionario.
Perspectiva para 2025
González Ricci agregó que, de mantenerse la tendencia, Guatemala podría cerrar 2025 con alrededor de $24,500 millones, equivalentes al 19 % del Producto Interno Bruto (PIB).
“Lo hemos dicho en diferentes ocasiones (las remesas) han venido creciendo ante el temor de los migrantes, no sólo guatemaltecos, porque este efecto lo vemos en Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua, de ser deportados”, afirmó.
El flujo sostenido de remesas mantiene su papel como motor del consumo interno y del dinamismo económico en Guatemala. De acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el 58.4 % de los envíos se destina al consumo, mientras que 29.3 % se orienta al ahorro e inversión y el 12.3 % a salud y educación.
Sin embargo, la región enfrenta un nuevo desafío: el impuesto del 1 % a las remesas que Estados Unidos aplicará a partir del 1 de enero de 2026, el cual podría reducir los flujos de divisas hacia Centroamérica y provocar pérdidas equivalentes entre 0.2 % y 0.6 % del ingreso nacional bruto (INB), según un análisis del Center for Global Development (CGD).