Los países que conforman el Triángulo Norte de Centroamérica registraron un aumento sostenido en el envío de remesas durante los primeros ocho meses de 2025. De acuerdo con la según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el monto total ascendió a $31,337.4 millones de dólares, superando los 25.991 millones reportados en 2024.
El incremento equivale a 5.346 millones de dólares adicionales, lo que representa un crecimiento del 20,56 % interanual. Las cifras confirman la importancia del dinero enviado por los migrantes como fuente clave para el consumo interno y la estabilidad económica de la región.
Guatemala lidera la recepción de remesas
De los 3 países del Triángulo Norte, Guatemala encabeza la lista con $16,861.6 millones, lo que equivale al 53,8 % del total regional. Le sigue Honduras con $7,940.6 millones (25,3 %) y El Salvador con $6,535.2 millones (20,9 %).
En términos de crecimiento, Honduras fue el país con mayor aumento, registrando un 25 % más que en 2024. Guatemala creció 19,5 % y El Salvador 18,3 %, según los datos de la OIM.
Envíos mensuales mantienen una tendencia al alza
El flujo de remesas mostró estabilidad y crecimiento constante a lo largo del año. En los primeros cuatro meses, los montos se distribuyeron así:
Enero: $3,270 millones
Febrero: $3,404 millones
Marzo: $3,873 millones
Abril: $3,774 millones
Durante los siguientes meses, los envíos aumentaron:
Mayo: $4,235 millones
Junio: $4,209 millones
Julio: $4,306 millones
Agosto: $4,266 millones
Los datos reflejan un comportamiento ascendente y estable, incluso frente a los desafíos económicos internacionales, lo que demuestra la constancia de los migrantes en el envío de recursos a sus familias.
Remesas, pilar de la economía regional
Según la OIM, más de 500,000 personas del Triángulo Norte intentan cada año emigrar de manera irregular hacia Estados Unidos, impulsadas por la búsqueda de mejores condiciones de vida.
En El Salvador, las remesas provienen principalmente de los más de dos millones de salvadoreños residentes en Estados Unidos, quienes constituyen un importante sostén económico. La mayoría de estos fondos se destina al consumo de bienes y servicios, lo que mantiene activa la economía local.
El impacto es similar en Guatemala y Honduras, donde los envíos de dinero contribuyen al gasto familiar en educación, salud y vivienda, además de dinamizar los sectores de comercio y servicios.
Crecimiento sostenido y dependencia estructural
El aumento de las remesas evidencia tanto la fortaleza de los vínculos familiares entre los migrantes y sus países de origen como la dependencia estructural de las economías centroamericanas respecto a estos flujos financieros.
Aunque representan un alivio inmediato para millones de hogares, las remesas también subrayan la falta de oportunidades laborales en la región, que continúa empujando a miles de personas a buscar mejores condiciones fuera de sus fronteras.
Con información de la agencia EFE