El Salvador, Guatemala y Honduras, países que integran el Triángulo Norte de Centroamérica, recibieron $22,765,1 millones en remesas familiares durante el primer semestre de 2025. Así lo confirman datos publicados este martes por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
La cifra representa un aumento de $3,764,1 millones respecto al mismo periodo de 2024, cuando los tres países reportaron ingresos por remesas de 19,001 millones de dólares.
Guatemala lidera recepción de remesas
Guatemala captó el mayor porcentaje de remesas, con $12,127,6 millones, equivalentes al 53,3 % del total regional. Le sigue Honduras, con $5,799,8 millones (25,5 %), y El Salvador, con $4,837,7 millones (21,3 %).
Este flujo de dinero enviado por migrantes creció de forma sostenida en los tres países. Guatemala registró un alza del 18,1 %, mientras que El Salvador y Honduras experimentaron aumentos del 17,9 % y 25,3 %, respectivamente.
Remesas, pilar económico en El Salvador
En El Salvador, la mayoría de las remesas provienen de Estados Unidos, donde residen más de dos millones de salvadoreños. Este dinero se destina principalmente al consumo de bienes y servicios. Analistas señalan que las remesas constituyen una de las principales fuentes de ingreso familiar y un sostén clave para la economía salvadoreña.
Cada año, más de medio millón de personas de El Salvador, Guatemala y Honduras intentan migrar de forma irregular hacia Estados Unidos. La búsqueda de empleo y mejores condiciones de vida impulsa este flujo migratorio constante.
Impacto regional y económico
Las remesas familiares se han convertido en un motor económico para el Triángulo Norte. Aportan liquidez, dinamizan el comercio interno y ayudan a reducir los niveles de pobreza en las comunidades receptoras. Su crecimiento sostenido durante 2025 refleja una mayor dependencia de estas transferencias internacionales en las economías centroamericanas.