Exportadores de toda Centroamérica manifestaron su preocupación ante los nuevos aranceles anunciados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que entrarán en vigor el jueves 7 de agosto, en medio de crecientes tensiones comerciales con la región.
La orden ejecutiva, emitida el 31 de julio, impone un arancel del 18 % a las exportaciones de Nicaragua y del 15 % a las de Costa Rica. El resto de países del istmo —Guatemala, Honduras, El Salvador, Belice y Panamá— fueron incluidos en un régimen de arancel ad valorem adicional del 10 %, de acuerdo con el Anexo 1 de la disposición.
“Los bienes de cualquier socio comercial extranjero que no figure en el Anexo I de esta orden estarán sujetos a una tasa de arancel ad valorem adicional del 10 %, conforme a la Orden Ejecutiva 14257 (…) a partir de las 12:01 a. m., hora del este, siete días después de la fecha de este pedido”, establece el documento firmado por Trump.
Costa Rica y Nicaragua entre los más afectados
El Ministerio de Comercio Exterior de Costa Rica declaró que la medida fue recibida “con sorpresa” y señaló que se da en medio de un proceso de negociación con Washington.
Por su parte, la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep) consideró que el alza representa un golpe directo al sector exportador.
“Resulta especialmente preocupante que con esta revisión arancelaria ahora otros países de la región poseen condiciones más favorables, lo que coloca a Costa Rica en una clara desventaja comparativa”, indicó Jorge Luis Araya, director ejecutivo de Uccaep.
En el caso de Nicaragua, el 18 % impuesto representa el arancel más alto para un país latinoamericano, incluso por encima del 15 % para Venezuela.
La dictadura de Ortega-Murillo carece de canales diplomáticos con la administración Trump, lo que impide cualquier tipo de negociación o mediación comercial.
El Salvador, Guatemala y Panamá piden claridad
En El Salvador, la Corporación de Exportadores (Coexport) y la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI) advirtieron que un 10 % adicional encarecería insumos y afectaría la demanda de productos nacionales en EE. UU.
“Si el 10 % se aplica, golpeará sectores como alimentos, textiles y manufacturas”, explicó Silvia Cuéllar, directora de Coexport. Por su parte, Jorge Arriaza, presidente de ASI, aseguró que el impacto sería directo: “Un sobrecosto del 10 % en el precio final puede afectar seriamente nuestra competitividad”.
En Guatemala, Fanny de Estrada, de la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport), alertó que industrias clave como vestuario, café, azúcar y productos agrícolas serán golpeadas por los aranceles. “Mientras México goza de exención gracias al T-MEC, nosotros enfrentamos una carga impositiva”, lamentó.
Desde Panamá, Bianca Morán, presidenta de la Asociación Panameña de Exportadores (APEX), señaló que productos panameños ya enfrentan hasta un 14 % de arancel al ingresar a EE. UU., debido a cargos adicionales. “Existe una simetría comercial injusta que debe revisarse”, sostuvo.
Raúl Montenegro, del Sindicato de Industriales de Panamá, añadió que los exportadores locales están asumiendo parte del costo: “Los importadores nos han dicho que asumamos la mitad del arancel. Esto nos reduce el margen frente al mercado internacional”.
Honduras asegura haber sido exenta
Contrario al resto de la región, el canciller de Honduras, Javier Bu Soto, afirmó que su país fue excluido de los nuevos aranceles estadounidenses, aunque hasta el momento no hay confirmación oficial por parte de la administración Trump.
“Honduras queda fuera de nuevas tarifas sobre el 10 % anunciadas por Estados Unidos”, dijo el canciller, tras una reunión en Washington con el subsecretario de Comercio Internacional, William Kimmitt.
La imposición de estos aranceles forma parte de una estrategia más amplia del presidente Donald Trump para reducir el déficit comercial de EE. UU. y reactivar su industria manufacturera. La misma orden ejecutiva también impuso un 35 % a productos canadienses, 50 % a Brasil, 25 % a India, 20 % a Taiwán y 39 % a Suiza.
Trump ha reiterado que estos ajustes buscan “reordenar la economía global” y anunció que más acuerdos comerciales están en marcha.