Gobierno panameño inicia conversaciones para posible retorno de Chiquita a Bocas del Toro

El presidente José Raúl Mulino anunció que su gobierno iniciará negociaciones con directivos de la empresa bananera que cesó operaciones, con el propósito de explorar su eventual regreso y recuperar la actividad económica en la región.

Chiquita Panamá reportó $75 millones en pérdidas debido a las huelgas y luego cerró operaciones.

El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, confirmó este jueves que su administración iniciará conversaciones formales con representantes de la empresa Chiquita Panamá con el objetivo de evaluar su posible regreso a operaciones en Bocas del Toro, tras el cierre de sus actividades a raíz de un conflicto laboral.

Durante su habitual conferencia matutina, Mulino explicó que el ministro de Comercio e Industrias, Julio Moltó, junto a uno de sus asesores, sostendrán una reunión con altos directivos de la empresa bananera la próxima semana. “Todo está sobre la mesa”, afirmó el mandatario, en referencia a las condiciones que podrían discutir ambas partes para hacer viable el retorno de la transnacional.

El jefe de Estado reconoció que Chiquita aún no había tenido un diálogo formal con el nuevo gobierno y anticipó que, dadas las pérdidas sufridas por la empresa, esta probablemente presentará solicitudes específicas para evaluar su retorno. 

“Algo pedirán sin duda alguna después de la catástrofe que han vivido y las pérdidas en las fincas, en el mismo proceso de exportación de banano que era millonario en cajas”, apuntó.

Chiquita Panamá cerró operaciones en mayo tras una huelga iniciada el 28 de abril por el Sindicato de Trabajadores de la Industria del Banano y Empresas Afines (Sitraibana), en protesta contra reformas a la Caja de Seguro Social que, según denunciaron, afectaban derechos laborales en el sector. La huelga fue declarada ilegal por el Juzgado de Trabajo, pero para entonces la empresa ya había iniciado un proceso de desvinculación de su personal en dos fases, dejando a miles de trabajadores sin empleo en una de las regiones más vulnerables del país.

Aunque Sitraibana levantó la huelga tras la aprobación de una nueva ley regulatoria en la Asamblea Nacional, la empresa no retomó sus operaciones, provocando un impacto económico significativo en Bocas del Toro, donde el cultivo y exportación de banano representa una de las principales fuentes de ingreso y empleo.

Mulino subrayó que el objetivo del Gobierno es encontrar una solución que permita la reactivación económica de la zona y que garantice estabilidad para los trabajadores, aunque reconoció que el regreso de Chiquita dependerá de las condiciones que se acuerden en la mesa de diálogo.

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