Los empleados públicos, desempleados, trabajadores domésticos y practicantes religiosos están menos dispuestos a pagar impuestos en Guatemala, revela un estudio del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi).
La investigación, a cargo del economista Abelardo Medina Bermejo, revisa los factores que determinan la “moral tributaria” de los guatemaltecos, quienes se encuentran insatisfechos con el funcionamiento de la democracia, la lucha contra la corrupción y el control de la desigualdad económica.
Sin embargo, los tributos representan el 94 % de los ingresos públicos, por lo que el cumplimiento de los contribuyentes es clave para el funcionamiento del aparato estatal y el financiamiento de proyectos de inversión pública.
Al revisar los factores demográficos, socioculturales y económicos, “los asalariados públicos, los desempleados y las personas que ocupan labores domésticas, dado su nivel de ingresos, están menos dispuestos a pagar impuestos”, indicó Medina Bermejo durante la presentación del informe a través de las redes sociales del Icefi.
El economista hizo énfasis en que los asalariados públicos son los primeros en mostrarse dispuestos a cumplir con la moral tributaria, un dato que calificó de “curioso” y digno de estudio, mientras que en el resto de sectores poblacionales el desinterés se justifica por los bajos ingresos económicos.
“Nos llamaron la atención un par de casos: entre más edad tienen las personas en Guatemala, menos están dispuestas a pagar impuestos y un elemento muy interesante es que, entre más practicante se vuelve la persona de un aspecto religioso, menos quiere pagar impuestos”, sostuvo Medina Bermejo.
Los pobres están dispuestos a pagar impuestos
Al contrario, las personas que están más dispuestas a cumplir con el fisco son las que están satisfechas con sus salarios, así como aquellas que rara vez enfrentan dificultades alimentarias y de estratos bajos, a diferencia de los guatemaltecos con mayor nivel de estudios o ingresos económicos que pueden buscar asesoría para reducir la carga impositiva.
“Denota que, conforme el nivel de ingresos de las personas incrementa, las personas están menos dispuestas a pagar impuestos”, zanjó el economista.
La investigación del ICEFI encontró que el factor político que más incide en la moral tributaria corresponde a que la población se encuentra “nada satisfecha” con la economía y progreso en la lucha contra la corrupción. Tampoco ve mejoras en la democracia, en la desigualdad y tiene poca confianza en el gobierno y el presidente.
El estudio también recoge que la mora tributaria cae en 0.82 puntos por cada punto que aumenta la percepción de la corrupción, una barrera fuerte si se considera que Guatemala figura como uno de los países más corrupción del mundo según Transparencia Internacional, que ubica a la nación centroamericana en el puesto 154 de 180 medidos en el índice de 2023.