Además de la agricultura, el turismo es uno de los sectores más afectados por el cambio climático, que en Guatemala ya presenta una amenaza, aseguró Harris Whitbeck, director del Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat).
“El cambio climático es un tema que nos preocupa y nos hemos tardado demasiado en reaccionar”, dijo Whitbeck en declaraciones a la agencia EFE y retomadas por el oficialista Diario de Centro América.
La industria turística es una de las más activas en la economía guatemalteca, con una participación de 5 % del producto interno bruto (PIB) tras alcanzar ingresos por más de $1,324 millones, divisas solo son superadas por las remesas familiares, las exportaciones y la inversión extranjera.
Según el Inguat, al término de 2024 se alcanzó una cifra histórica de 3.03 millones de turistas internacionales, con un crecimiento de un 15 % respecto a 2023.
Un 59 % del turismo en Guatemala es generado por ciudadanos de Centroamérica, donde los salvadoreños son los principales visitantes. Seguido, América del Norte representa un 27 %, Europa un 5 % y América del Sur un 4 %.
Sin embargo, el titular del Inguat reconoció que los eventos climáticos extremos afectan los destinos turísticos más populares, como el volcán de Acatenango, una de las rutas más solicitadas por los salvadoreños, donde existe preocupación de desprendimientos de laderas por el fuego.
También falta mejorar los malecones en la costa del Atlántico debido al creciente nivel del mar, así como redes viales para el traslado de turistas que constantemente son dañadas por inundaciones. “Generar mejor infraestructura, aeropuertos, ríos limpios, gestión de desechos, desarrollar las condiciones de turismo es un reto integral”, añadió Whitbeck.
Los salvadoreños son los principales turistas en Guatemala, con una participación de un 47 % tras sumar 151,675 al cierre de 2024. Después se encuentra Estados Unidos, con 70,942 viajeros, que ocupan un 22 %.