Tan solo 17 días después de que el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos justificara la cancelación del TPS para los nicaragüenses alegando “avances” en turismo e infraestructura, el Departamento de Comercio excluyó a Nicaragua de una misión regional de inversiones que se celebrará en Panamá del 19 al 21 de octubre.
La misión, organizada por la Administración de Comercio Internacional (ITA), incluirá a Belice, Guatemala, El Salvador, Honduras, Costa Rica y Panamá. Queda fuera al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, al que analistas y empresarios señalan como un entorno “sin Estado de derecho ni garantías para invertir”.
Durante el evento, empresarios estadounidenses podrán reunirse con autoridades económicas de los países participantes, sostener encuentros uno a uno con potenciales socios comerciales, y visitar mercados locales para explorar oportunidades de negocio.
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¿Sobrevivirá Nicaragua al Cafta?
Nicaragua queda fuera de este circuito clave en momentos de reacomodo global de inversiones y relocalización de cadenas de suministro hacia Centroamérica.
La decisión se produce en el contexto de una investigación del gobierno estadounidense por violaciones a derechos laborales y humanos en Nicaragua, bajo la sección 301 de la Ley de Comercio.
Fuentes empresariales consideran que esta exclusión envía una señal clara: el país no ofrece seguridad jurídica ni condiciones democráticas para atraer capital extranjero.
El contraste es notorio frente al discurso del gobierno de Donald Trump, que a través del Departamento de Seguridad Nacional sostuvo que Nicaragua había registrado mejoras sustanciales en infraestructura, turismo y estabilidad.
Ese argumento sirvió para eliminar el Estatus de Protección Temporal (TPS) que beneficiaba a más de 4,000 nicaragüenses, pese a las denuncias de represión y confiscaciones.
Estados Unidos mantiene a Nicaragua como miembro del DR-Cafta, pero la investigación en curso podría llevar a una suspensión de beneficios comerciales en los próximos meses.