Economía salvadoreña registra su mayor crecimiento en casi cuatro años y avanza 5.1% en el tercer trimestre de 2025

El repunte fue impulsado por la construcción, la inversión y la recuperación de la industria manufacturera.

Vista panorámica del centro histórico de San Salvador. /Fotografía de APLAN

La economía de El Salvador aceleró con fuerza en el tercer trimestre de 2025 al crecer 5.1% interanual, el mayor ritmo registrado desde finales de 2021, de acuerdo con cifras del Banco Central de Reserva (BCR).

Entre julio y septiembre, el producto interno bruto (PIB) alcanzó los $9,194.6 millones, lo que significó un aumento de $596.4 millones frente al mismo período de 2024. El desempeño estuvo respaldado por el crecimiento de 16 de las 19 actividades económicas que integran el PIB, con la construcción como principal motor, al expandirse 27.1%, impulsada por proyectos de inversión pública y privada que continúan multiplicándose en el país.

Junto a la construcción, destacaron las actividades de minas y canteras, con un crecimiento de 23.3%, y los servicios profesionales, científicos y técnicos, que avanzaron 20.5%.

También registraron resultados positivos el transporte, los servicios administrativos y de apoyo, las actividades financieras y de seguros, la industria manufacturera, hoteles y restaurantes, el comercio y el sector agropecuario, entre otros.

De acuerdo con el BCR, el crecimiento fue apuntalado por una fuerte expansión de la inversión, que aumentó 24.7%, así como por el avance de las exportaciones de bienes y servicios, con un 6.6%, y del consumo privado, que creció 3.2%. En contraste, el consumo público se redujo 3.3%, mientras que las importaciones aumentaron 14.8%.

 

Recuperación industrial

El BCR destacó que, además del dinamismo de la construcción, se observaron señales claras de recuperación en la industria manufacturera, que sufrió en los últimos dos años contracciones, particularmente en la producción de alimentos procesados, aceites, lácteos, productos de molinería y panadería, así como en la fabricación de productos metálicos, plásticos, papel, prendas de vestir y maquila.

Este repunte estuvo asociado tanto a una mayor demanda interna como al impulso del comercio exterior, ya que entre enero y septiembre de 2025 la industria generó el 95.7% del valor total de las exportaciones y el 94.2% de las importaciones, confirmando su papel central en la economía.

El crecimiento de la construcción y la mejora industrial fortalecieron las cadenas de suministro y tuvieron efectos multiplicadores sobre otras actividades, como los servicios de ingeniería y arquitectura, el alquiler de maquinaria y equipo, la demanda de productos agrícolas y pecuarios, el comercio, el transporte y los servicios financieros, explicó el Banco Central.

A ello se sumó la solidez del sistema financiero, que respaldó el dinamismo económico mediante un crecimiento del crédito de 7.6% y un aumento de 20.7% en los depósitos, los cuales representaron cerca del 85% de las fuentes de financiamiento.

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