Análisis revela que economía paraguaya se vería duramente afectada en caso de un giro diplomático a China  

Un eventual rompimiento con Taiwán podría exponer a Paraguay a una creciente dependencia tecnológica, financiera e industrial de China Continental, con riesgos para su soberanía económica.

El agro paraguayo podría verse duramente afectado por China que suele condicionar los mercados a sus intereses.

Paraguay podría enfrentar una profunda transformación negativa en su estructura económica y estratégica si decide abandonar su alianza diplomática con Taiwán para reconocer a China Continental, según un amplio análisis publicado por el diario ABC de Asunción.

Humberto Colmán, economista jefe de Dende y exdirector del BCP, remarcó que un vínculo con China implicaría una alta dependencia sin capacidad de negociación. “Para un país chico, no hay posibilidad de una relación bilateral equilibrada”, advirtió.

El caso de Honduras, que rompió con Taiwán en 2023, ilustra el riesgo. Desde entonces, sus exportaciones de camarón cayeron un 65 %, mientras que las compras chinas fueron insignificantes.

El poderoso sector agropecuario paraguayo, el creciente sector  de servicios y hasta el sector financiero podrían verse afectados por China, según expertos citados por la publicación.

En conclusión, un giro de Paraguay hacia China no solo afectaría a la agroindustria o la manufactura, sino que también pondría en riesgo la autonomía tecnológica, financiera y logística de Paraguay. Como señalan los expertos, el desafío no es comerciar con China, sino hacerlo sin ceder soberanía ni debilitar las capacidades internas.

Sector agropecuario

A pesar de no tener relaciones diplomáticas con China, Paraguay importa un tercio de sus productos desde ese país ($ 15,000 millones hasta octubre de 2025), principalmente electrónicos y electrodomésticos. En contraste, las exportaciones paraguayas a China apenas alcanzan US$ 25 millones, principalmente en productos agrícolas.

Taiwán, por su parte, mantiene una balanza comercial superavitaria con Paraguay que exporta por $ 228 millones (carne bovina, porcina y oleaginosas) e importa solo US$ 52 millones.

Delia Núñez, gerente de la Asociación de Criadores de Cerdos del Paraguay, advierte que, aunque exportar a China resulta atractivo, depender de un comprador dominante es riesgoso. Recordó cómo Paraguay perdió el mercado ruso “de la noche a la mañana” por decisiones unilaterales.

Durante la pandemia, Taiwán se convirtió en un socio estratégico para el sector porcino paraguayo, mientras China suspendía sus compras a Brasil.

“Siempre hay que pensar bien las reglas del juego. Vale la pena sentarse a pensar qué conviene más al país”, dijo Núñez.

Sonia Tomassone, asesora de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas, reconoció que, si bien China es el mayor comprador de soja del mundo, también impone condiciones severas que afectan precios. Taiwán, en cambio, ha evolucionado de ser un país donante a ser un socio comercial.

Desde el sector privado, voces como la del ingeniero Diego Oddone, del Centro de Industriales Metalúrgicos, alertan que abrirse sin salvaguardas a la industria china podría destruir la base manufacturera nacional. “No es que no podamos competir, sino que no podemos competir en condiciones desiguales”, afirma.

Raúl Valdez, presidente de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales, coincide: la venta directa de soja a China iría contra la industrialización local. Por su parte, Paul Sarubbi, de la Cámara Vial Paraguaya, advierte sobre experiencias negativas de construcción con empresas chinas, desde incumplimientos contractuales hasta garantías difíciles de ejecutar.

Taiwán es hoy el segundo mayor comprador de carne vacuna paraguaya y el principal en carne porcina.

El ejemplo de Taiwán: estabilidad y diversificación

José Carlos Martin, presidente del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal de Paraguay, subrayó que Taiwán es hoy el segundo mayor comprador de carne vacuna paraguaya y el principal en carne porcina.

“China no representa una oportunidad para el sector pecuario nacional. Taiwán nos dio acceso a mercados exigentes como Singapur y Filipinas”, indicó.

Paraguay, gracias a acuerdos sanitarios y diplomáticos, consolidó su posicionamiento como proveedor de calidad en Asia.

Los servicios y el sector financiero

Según el economista Jorge Garicoche, el potencial de crecimiento de los servicios en un escenario de apertura hacia China debería analizarse con realismo.

“Los servicios que compiten a nivel global son altamente calificados, como el data science o la ingeniería de software”, apunta. Sin embargo, la distancia geográfica, las diferencias culturales y horarias, y la escasa competitividad de Paraguay en ese segmento, limitarían su atractivo para inversores chinos.

Uno de los sectores más vulnerables sería el financiero. Expertos advierten que la presencia china en economías emergentes se caracteriza por la oferta de créditos blandos y financiación directa condicionada a proyectos específicos, lo que puede alterar la estructura de financiamiento local. Un estudio del Fondo Monetario Internacional señala que los bancos chinos ya son los principales acreedores transfronterizos en la mitad de los países en desarrollo.

La presidenta de la Asociación de Bancos del Paraguay, Liz Cramer, advierte que el sistema financiero nacional, altamente dolarizado y dependiente del sistema SWIFT, podría enfrentarse a disrupciones si China impulsa el uso de su plataforma alternativa, el CIPS. Paraguay tendría que adaptarse a una nueva arquitectura de pagos y cumplir con exigencias de transparencia del GAFI.

En el plano local, la ruptura con Taiwán también implicaría la pérdida de financiamiento en condiciones preferenciales. La presidenta de la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD), Stella Guillén, señala que gracias a la cooperación taiwanesa se han impulsado programas clave como el fondo de garantías para mujeres, el plan habitacional “Che Róga Porã” y líneas de crédito para pymes. En total, se han movilizado recursos por más de $248 millones.

La nueva sede de la Universidad Politécnica Taiwán Paraguay, estará terminada en 2027.

Vulnerabilidad tecnológica

Por otra parte, la tecnología y las telecomunicaciones representan otro frente de vulnerabilidad. La Comisión Económica para América Latina (Cepal) advierte que, si bien la inversión extranjera directa china ha crecido en el sector digital, esta se concentra en infraestructura, no en desarrollo tecnológico local. Esto genera dependencia de soluciones extranjeras y debilita las capacidades endógenas.

El Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicación (Mitic) enfatiza que la soberanía digital debe garantizarse desde el respeto a la libertad y la privacidad. En palabras del ministro Gustavo Villate: “La innovación florece solo donde hay libertad de empresa e intelectual. No podemos renunciar a nuestra visión de un Paraguay moderno a cambio de promesas de infraestructura condicionada”.

La preocupación por el dominio extranjero también alcanza al sector logístico. Para la Cámara Paraguaya de Terminales y Puertos Privados (Caterppa), la clave está en establecer marcos regulatorios sólidos que eviten la pérdida de soberanía sobre activos estratégicos, como los puertos de la Hidrovía Paraguay-Paraná. Ejemplos internacionales como el de Sri Lanka, que cedió un puerto a China por 99 años tras caer en la llamada “trampa de deuda”, encendieron alertas sobre los costos ocultos de la financiación china.

 

Exit mobile version