El Salvador no logra afianzarse como un destino clave para la inversión extranjera directa (IED) en Centroamérica luego de que el ingreso de estos capitales se redujera hasta un 10.9 % al término de 2024, mientras que Costa Rica se mantiene a la cabeza de la región con un fuerte crecimiento de un 14 %.
La IED es uno de los principales indicadores que los economistas y los multilaterales revisan, ya que es una fotografía de qué tan atractiva es una economía para atraer recursos frescos que muevan el empleo y generación de riqueza. Usualmente se toma el saldo neto, que es la cantidad de dinero que quedó en el país receptor después de los pagos realizados por las empresas a sus casas matrices.
En el caso de El Salvador, el Banco Central de Reserva (BCR) reporta que la inversión extranjera neta superó un poco más de $639.63 millones al término de 2024, equivalente a una reducción de $78.72 millones (10.9 %) en comparación con los $718.35 millones de 2023.
El histórico del BCR señala que El Salvador logró recuperarse del bache generado en la pandemia de covid-19 -cuando el saldo cayó a solo $24.5 millones en 2020-, pero se mantiene lejos de la cifra récord reportada en 2017, cuando alcanzó $889 millones.
Costa Rica, por su parte, afianzó una nueva cifra récord luego de que cerrara el año pasado con $4,322 millones, 6.7 veces más que lo captado por El Salvador, cuyo gobierno de Nayib Bukele ha tratado de mandar un mensaje al mercado mundial de ser un destino más seguro por el control de las pandillas.
Sin embargo, los empresarios han manifestado que una piedra en el zapato es la falta de formación de personal especializado en las nuevas industrias, así como la incertidumbre ante el cambio repentino de leyes que pasan, en su mayoría, con dispensa de trámite en la Asamblea Legislativa.
Destino de la inversión
Laura López, gerente general de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer), explicó que el año pasado se recibieron 61 nuevos proyectos de inversión, convirtiéndose en uno de los principales renglones de la economía hasta representar un 4.5 % del producto interno bruto (PIB).
Procomer reportó que el 67.4 % de la inversión extranjera se destinó al sector de manufactura, clave en la producción del producto estrella de Costa Rica: equipos médicos. Por su parte, la industria de turismo recibió un 13.9 %, el inmobiliario un 6.8 % y el financiero un 5.1 %.
En El Salvador también la industria fue el principal tractor de la inversión, con un 31.1 % de participación, seguido de comercio (28.4 %) y actividades financieras (22.4 %).
Según el BCR, si se considera toda Centroamérica, se convierte en el segundo inversionista de El Salvador, con más de $165.17 millones, solo superado por Europa que representó $294.09 millones.
En Costa Rica, en tanto, un 74.1 % de la inversión procede de Estados Unidos, mientras que Bélgica representó un 5.8 % y México un 3.9 %.