La República Popular China (RPC) ha inundado el mercado centroamericano con sus productos y la creencia regional de que el gran mercado asiático sería un gran destino de sus exportaciones se ha vuelto otro cuento chino. Lo cierto es que China ha reducido sus compras a los países centroamericanos, especialmente a aquellos con los que estableció relaciones en los últimos años.
Según una suma de estadísticas oficiales centroamericanas, China vendió a cinco países centroamericanos (Costa Rica, El Salvador, Nicaragua, Honduras y Guatemala) productos por cerca de $12,500 millones de dólares en el 2022. Mientras que China solamente compró unos $747 millones a esos cinco países.
Costa Rica fue el primer país centroamericano que estableció relaciones diplomáticas con la República Popular China, en 2007, a cambio de muchas promesas para obras y financiamientos..
En números, las exportaciones costarricenses a China continental cayeron de $848 millones en 2007, justo antes del reconocimiento diplomático, a un mínimo de $47 millones en 2016 y finalmente se recuperaron a $346 en 2021. Una caída del 60% en las ventas de productos costarricenses chinos
En cambio, las exportaciones desde China al mercado costarricense se expandieron de $703 millones en 2007 a $2,950 millones en 2021, es decir un incremento de más del 400%. Un desbalance total.
No ha sido el único problema 2014, la fabricación de chips de computadora Intel se trasladó de San José, capital costarricense, a Asia, “disminuyendo sustancialmente el valor de las exportaciones costarricenses a la República Popular China, cuyas compañías habían comprado previamente los chips de Intel, aunque Intel más tarde transfirió otras operaciones de fabricación al país”, según el académico estadounidense Evan Ellis, en su informe “Compromiso de la República Popular China con Centroamérica”.
“Aunque Costa Rica fue el primer país de la región en abandonar Taiwán y establecer relaciones con la RPC, bajo la presidencia de Oscar Arias, su experiencia con la RPC fue notablemente mixta, lo que lleva a una relación relativamente limitada con el país hoy, atenuada aún más por la postura del gobierno de centroderecha del actual presidente Rodrigo Chaves”, explica Ellis, profesor del War College del Ejército de los Estados Unidos
Bajas exportaciones salvadoreñas
La situación de El Salvador, que estableció relaciones con China en 2018, no es muy diferente. China solo compra el 0.67% de las exportaciones salvadoreñas el año pasado, a casi cinco años que El Salvador cortó relaciones con Taiwán para reconocer a Pekín.
El Salvador solamente exportó a China apenas $47 millones en el 2022, pero le importó $2,646.5 millones, según cifras del Banco Central de Reserva. Las exportaciones a China tuvieron una contracción del 22.4 %, en relación al año anterior. El Salvador exporta a China prendas y complementos de vestir, así como aluminio y sus manufacturas.
En contraste, las importaciones de productos chinos crecieron en el mismo período de $1,640 millones a $2,530 millones.
Fue en agosto de 2018 que el entonces presidente salvadoreño, el izquierdista Salvador Sánchez Cerén, un excomandante guerrillero, rompió relaciones diplomáticas con Taiwán para establecerlas con China.
Nicaragua a su minima expresión
El caso de Nicaragua es particular. Con menos de dos años de haber establecido relaciones con China continental, el país centroamericano ha recibido apenas promesas que no tienen luces de cumplimiento.
La dictadura de Daniel Ortega, alineada con la República Popular de China, supondría un apoyo sin igual en la región, pero eso no ha ocurrido.
“Inicialmente, la RPC donó una modesta cantidad de vacunas chinas COVID-19 al régimen de Ortega como recompensa por su reconocimiento. Sin embargo, en poco más de un año desde el reconocimiento, las exportaciones nicaragüenses a la República Popular China no se expandieron lo suficiente como para cubrir las exportaciones perdidas del país a Taiwán. Sin embargo, en julio de 2022, el régimen de Ortega y la RPC anunciaron un acuerdo simbólico de «cosecha temprana» para expandir ese comercio, trabajando hacia un acuerdo de libre comercio que abrirá aún más los mercados nicaragüenses a las empresas chinas”, explica el reporte de Ellis.
Según el Centro de Trámites de las Exportaciones de Nicaragua (CETREX), el país centroamericano solo exportó a China $12 millones durante el 2022, especialmente exportaciones de productos minerales. Es decir, 0.30% del total de exportaciones nicaragüenses. Las estadísticas del Banco Central de Nicaragua, por el contrario, muestran que China le vendió 1,073 millones de dólares de sus productos al país centroamericano.
“La generosidad notablemente limitada de la RPC hacia los Ortega en Nicaragua, en contraste con su comportamiento después de los giros diplomáticos en otros lugares, podría decirse que se debe a múltiples factores, incluida la venganza de castigarlos por haber esperado 14 años desde la reanudación del poder en 2007, hasta 2021, para reconocer a la RPC, tras haber agotado las posibilidades de extorsionar a Taiwán para no hacerlo y, en última instancia, encontrándose cada vez más aislado de los Estados Unidos, Europa y otros actores democráticos occidentales”, señala Ellis en su informe.
El fracaso hondureño y el desbalance guatemalteco
Honduras tuvo escaso éxito en la exportación de sus productos al mercado chino, en comparación con el éxito de las empresas con sede en la RPC en la penetración de Honduras. En 2021, Honduras exportó solo $ 8.5 millones en bienes a la RPC, en contraste con $ 2,100 millones en importaciones del país, un verdadero fracaso comercial. En otras palabras por cada dólar que Honduras le compra a China, el país asiático solo le compra cuatro centavos.
Sin embargo, el gobierno de Xiomara Castro sigue coqueteando con los cantos de sirena chinos.
Y con Guatemala, socio estratégico de Taiwán, aunque las empresas chinas tuvieron cierto éxito en sus mercados, “las empresas guatemaltecas han tenido muy poco éxito en la colocación de sus exportaciones en la República Popular China. Guatemala exportó $ 334 millones en bienes en 2021, menos de una décima parte de los $ 3,700 millones que importó de la República Popular China ese año”, de acuerdo al reporte.