El Banco Central de Honduras (BCH) asegura que los “expertos” tienen más confianza en la actividad económica en 2024 por la desaceleración de la inflación y el crecimiento en el ingreso de remesas familiares.
La aseveración se desprende de la encuesta de expectativas de analistas macroeconómicos, una consulta mensual realizada a un grupo de “profesionales calificados”. Los resultados del estudio realizado en junio revelan que los “informantes continúan expresando que la economía hondureña podría crecer alrededor de un 3.4 %”, muy cercano al panorama previsto por el BCH en una tasa de un 3.5 %.
En el cóctel de factores que favorecen a la economía hondureña se encuentra la desaceleración de la inflación, la evolución en el ingreso de remesas, el crecimiento del crédito y la dinámica económica prevista en Estados Unidos, el principal socio comercial y de donde procede la mayor parte de las ayudas de hondureños en el exterior.
2/2 Los informantes de la #EEAM prevén que la economía hondureña crecería en torno al 3.4% en 2024, cercano al rango establecido en el Programa Monetario, principalmente por la dinámica de las remesas familiares, el crédito y la evolución de la economía estadounidense. pic.twitter.com/tWbBdJZf4V
— Banco Central de Honduras (@BancoCentral_HN) July 13, 2024
Además, asegura el informe del BCH, influye la implementación de “políticas macroeconómicas oportunas”.
La encuesta elabora el índice de confianza de la actividad económica, que se situó en un 46.4 % y mostró una mejora en comparación con los 45.7 puntos reportados en el sondeo de mayo.
En el rosario de amenazas a la economía se encuentra el cambio climático, que puede afectar la producción de bienes y servicios finales, y la infraestructura.
De acuerdo con los entrevistados, la inflación llegaría a un 4.94 % en diciembre de 2024, mientras que en 2025 continuará su tendencia a la desaceleración a un 4.86 %.
La inflación se disipará por la “aplicación oportuna de medidas de política monetaria y fiscal”, aunque la evolución del Índice de Precios al Consumidor (IPC) depende del alza en los precios de los alimentos, los combustibles y el impacto de la generación de energía eléctrica.
Entretanto, la inflación subyacente –que incluye los precios más volátiles– se podría situar en un 5 % en diciembre de 2024 y continuaría a la baja a un 4.94 % en 2025. Las tasas inflacionarias se encuentran en un rango de tolerancia establecido en el Programa Monetario 2024-2025.
De igual manera, los encuestados advierten que la depreciación cambiaria continuará en el corto plazo, es decir, un debilitamiento del lempira respecto al dólar estadounidense.