A pesar de los halagos del Fondo Monetario Internacional (FMI) por el desempeño del programa fiscal, El Salvador aún tiene el perfil de mayor riesgo de inversión de Centroamérica.
Al menos así se concluye del Indicador de Bonos Emergentes (EMBI), elaborado desde la década de 1990 por el banco estadounidense J.P. Morgan Chase como un referente sobre las oportunidades disponibles para los inversionistas y el nivel de riesgo en una economía emergente de que falle en pagar sus obligaciones a los acreedores externos.
Hasta el 26 de junio, El Salvador mantiene el EMBI más alto, de 4.27 puntos (también se puede interpretar como 427), el doble de la tasa de 2.10 registrada en Costa Rica que hace seis años –antes de la pandemia– tenía una delicada situación fiscal como la economía salvadoreña.
Guatemala se mantiene como la economía centroamericana más estable y con más oportunidades para los inversionistas, con un EMBI de 1.98, el tercero más bajo de América Latina después de Chile con 1.21 y Perú con 1.60.
Honduras registró un EMBI de 3.25 y Panamá de 2.61.
El EMBI también se interpreta como la diferencia adicional que tendría que ofrecer un país emergente en el mercado de bonos si quiere emitir nueva deuda frente a los bonos del Tesoro, considerados libres de riesgo.
El Salvador viene de un capítulo en el cual el mercado castigó duramente cuando no logró un acuerdo con el FMI después de adoptar el bitcoin como moneda de curso legal y tener encima el pago de $800 millones. En julio de 2022, incluyó llegó a tener un EMBI de 32.56 puntos, uno de los países de mayor riesgo junto con Venezuela y Argentina.
Tras casi cuatro años de negociación, el FMI acordó en febrero pasado un programa de Servicio Ampliado (SAF) de $1,400 millones con el gobierno salvadoreño, que amarra un fuerte ajuste fiscal de 3.5 puntos del producto interno bruto (PIB), reducir la exposición del bitcoin y polémicas reformas, entre temas de ajustar la masa salarial y pensiones.
En la antesala de la firma del acuerdo, el EMBI de El Salvador se ubicó por debajo de los 4 puntos, hasta 3.63 el 12 de febrero de 2024. Sin embargo, en marzo volvió a la banda de los 4 puntos y se ha mantenido fluctuando, hasta con picos de 5.32 el 30 de abril.
Por su parte, el Directorio Ejecutivo del FMI aprobó este viernes el examen de la primera evaluación al desempeño del programa entre halagos y un desembolso de $118 millones.
“El desempeño del programa ha sido sólido, y la economía ha seguido creciendo mientras se corrigen los desequilibrios macroeconómicos”, dijo el Fondo en un comunicado.
Sin embargo, advirtió de que el gobierno debe continuar una mayor racionalización de la masa salarial y otros gastos corrientes, así como una reducción en la acumulación de bitcoin con fondos públicos y presentar una reforma de pensiones.