Norchad Omier ya es parte de la historia del baloncesto nicaragüense y centroamericano. El pívot caribeño debutó con los Cleveland Cavaliers en la pretemporada de la NBA y aprovechó cada segundo para demostrar que pertenece a la élite.
En apenas siete minutos sobre la pista, Omier anotó seis puntos, capturó cuatro rebotes y dejó una grata impresión en la derrota 138-107 ante los Boston Celtics.
Fue el primer nicaragüense en vestir la camiseta de una franquicia NBA, y su actuación, aunque breve, fue suficiente para llenar titulares en la prensa deportiva de Nicaragua.
Medios como La Prensa, y cronistas deportivos como Miguel Mendoza, en sus cuentas de redes sociales destacaron el hito histórico, el temple del jugador y su ambición de alcanzar un contrato definitivo en la liga más exigente del planeta.
El entrenador Kenneth Atkinson le dio minutos en el último cuarto, y el joven respondió con energía, decisión y una actitud que llamó la atención de los analistas.

Omier tras un sueño en NBA
Su físico dominante y su instinto bajo el aro recordaron los mejores momentos de su paso por la NCAA, donde durante cinco años fue figura con los Miami Hurricanes.
Omier está a prueba con los Cavaliers y tiene prácticamente asegurada su participación en el equipo filial, Charge de Cleveland, en la G League.
Su objetivo es conseguir un contrato de doble vía que le permita alternar entre ambas ligas y continuar su sueño en la NBA.
La emoción por su debut traspasó fronteras. En Nicaragua, su nombre se convirtió en tendencia y su imagen inundó las redes sociales. Omier no solo jugó un partido: abrió una puerta que ningún nicaragüense había cruzado antes.