En medio de la creciente preocupación por la actividad de los cárteles y el crimen organizado, el Primer Ministro de Belice, John Briceño anunció el miércoles la “Operación Fortaleza del Norte”, una iniciativa de seguridad de 8 millones de dólares destinada a reforzar la vigilancia y la aplicación de la ley en la Zona Libre de Corozal y a lo largo de la frontera norte de Belice con México.
La operación responde a los renovados temores de infiltración de cárteles, tras el reciente intento de asesinato del empresario de la Zona Libre Nitin Buxani, un incidente que puso de relieve la preocupación de larga data sobre las redes criminales que operan en la zona.
“Tenemos que hacer todo lo posible para mantenerlos fuera”, declaró Briceño durante una rueda de prensa. “Estamos reforzando los controles y trabajando estrechamente con México para garantizar la seguridad en nuestras fronteras”.
Briceño afirmó haber solicitado formalmente el apoyo de la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, instando a un mayor despliegue de fuerzas a lo largo de la frontera compartida. “Acabo de escribir una carta a la presidenta Sheinbaum diciéndole: ‘Necesita desplegar más fuerzas en la frontera para sacar a esta gente de las calles’”, confirmó.
El Primer Ministro también reconoció la continua colaboración con Estados Unidos, recordando una reunión en 2020 con funcionarios de la embajada estadounidense, donde expresó su preocupación inicial por la actividad de los cárteles de la droga en Belice.
“En aquel entonces, dije que lo que me quitaba el sueño era la amenaza de que los cárteles de la droga se infiltraran en Belice”, declaró Briceño.
Si bien se cree ampliamente que el contrabando de cigarrillos es un factor importante que atrae al crimen organizado a la Zona Libre, Briceño enfatizó que el contrabando va más allá del tabaco.
“Los cigarrillos son solo un artículo. Hay muchos productos que ingresan a la Zona Libre y terminan cruzando la frontera con México”, dijo.
La Operación Fortaleza del Norte incluye fondos para nuevos vehículos de seguridad, radios de comunicación, armas y equipo de vigilancia avanzado. El gobierno también está reforzando la presencia y supervisión policial dentro de la propia Zona Libre.
Briceño reconoció los desafíos que enfrenta Belice para responder a las operaciones de los cárteles, en particular los narcovuelos que aterrizan en zonas remotas, donde las fuerzas del orden a menudo carecen de capacidad de respuesta rápida. “Constantemente nos acusan de inacción, pero lo cierto es que no siempre contamos con el equipo necesario para responder eficazmente”, afirmó.







