Un total de 905 niñas, niños y adolescentes guatemaltecos fueron retornados al país sin compañía de adultos en lo que va del año, según un informe difundido por la Procuraduría General de la Nación (PGN) de Guatemala.
Según los datos oficiales, 601 menores retornaron por vía aérea, mientras que otros 304 lo hicieron a través de las fronteras terrestres. Del total, 620 son varones y 285 mujeres, con un rango de edad predominante entre los 14 y 17 años, una etapa considerada de alto riesgo ante los peligros que implican las rutas migratorias no reguladas.
Los departamentos con mayor número de menores retornados son San Marcos, Huehuetenango y Quiché, zonas históricamente asociadas a altos niveles de migración, motivada principalmente por la pobreza, la falta de oportunidades, la reunificación familiar y la búsqueda de mejores condiciones de vida en países como México y Estados Unidos.
Además de los menores guatemaltecos, la Procuraduría de la Niñez y la Adolescencia (PNA) atendió a 36 niñas, niños y adolescentes migrantes extranjeros, en su mayoría originarios de México y Honduras. Este grupo comparte un perfil similar: adolescentes varones, también entre los 14 y 17 años.
La PGN advirtió que los menores migrantes enfrentan múltiples peligros al transitar por rutas no oficiales, entre ellos la trata de personas, el reclutamiento por pandillas y grupos criminales, además de violencia física, sexual y psicológica.
A estos riesgos se suman las condiciones extremas de los trayectos: accidentes, deshidratación, hambre, enfermedades y falta de atención médica. Todo esto compromete no solo la seguridad inmediata de los menores, sino su salud emocional y desarrollo integral, con consecuencias que pueden extenderse por años.
Ante este panorama, la PNA hizo un llamado a las familias guatemaltecas a no exponer a niñas, niños y adolescentes a rutas migratorias ilegales. Enfatizó la necesidad de buscar opciones seguras, legales y acompañadas para cualquier proceso de movilidad humana.
La PGN reiteró su compromiso de garantizar los derechos de la niñez y adolescencia guatemalteca, brindando atención especializada, asistencia y protección en contextos de retorno y migración.







