Las elecciones generales en Honduras arrancaron con contratiempos en varios puntos del país, donde ciudadanos denunciaron fallas en los lectores biométricos y centros de votación que abrieron tarde, afectando el inicio del proceso.
El pitazo inicial se dio desde el Instituto Central Vicente Cáceres, pero no todos los centros respondieron al llamado. A las 8:00 de la mañana, varios portones seguían cerrados, pese a las instrucciones de iniciar a las 7:00.
En San Pedro Sula, el Centro Educativo Alex Alaniz fue uno de los más afectados: largas filas esperaban el ingreso mientras las Juntas Receptoras de Votos no estaban instaladas. “Los portones permanecen cerrados, no nos quieren dejar entrar”, reclamó un votante.
En Tegucigalpa también hubo retrasos. El Centro Básico Maximiliano Sagastume abrió después de la hora prevista, y situaciones similares se vivieron en la escuela José Cecilio del Valle, donde votantes que llegaron temprano manifestaron su malestar por la demora.
En el departamento de Yoro se reportaron problemas con los lectores biométricos y falta de urnas. Según autoridades locales, los fallos fueron atendidos en cuestión de minutos, permitiendo que el proceso continuara.

Un percance técnico en la Nashville School retrasó brevemente el voto del cardenal Óscar Andrés Rodríguez y del arzobispo José Vicente Nácher Tatay, debido a un fallo en el sistema biométrico de identificación.
Más de seis millones de hondureños están habilitados para votar en estos comicios que renovarán la Presidencia, alcaldías, el Congreso Nacional y representantes ante el Parlamento Centroamericano. Los primeros resultados preliminares se esperan cuatro horas después del cierre de urnas, previsto para las 5:00 p.m.







