El presidente costarricense Rodrigo Chaves se refirió recientemente a la reforma impulsada en El Salvador que permite la reelección presidencial indefinida, indicando que “respeta” la decisión de la nación centroamericana.
“No creo que sea mi tema, yo no soy Laura Chinchilla, que le gusta comentar sobre la decisión de una Asamblea soberana. Yo siempre he dicho que la democracia son las reglas del juego, no el marcador, y sí hubo un marcador muy abultado de 57 contra 3, diciendo que sí se podía reelegir”, dijo Chaves.
No obstante, el mandatario fue enfático en señalar que Costa Rica no tiene intención de replicar ese modelo político, reafirmando su compromiso con los límites de mandato establecido en su Constitución.
“Esta es una decisión soberana, yo no lo veo probable en Costa Rica ocurra algo así”, aseguró el mandatario costarricense.

Las declaraciones de Chaves surgen en medio de un clima regional en el que distintos gobiernos han iniciado debates sobre posibles reformas a los límites presidenciales, generando preocupación entre organismos defensores de la democracia.
En el casi salvadoreño, la medida fue aprobada por una Asamblea Legislativa con gran mayoría oficialista, lo que ha generado críticas por la falta de contrapesos institucionales.
El Departamento de Estado de Estados Unidos negó el martes que el presidente Nayib Bukele sea comparable con mandatarios de regímenes considerados autoritarios. Mientras que la Unión Europea se limitó a decir que tomaba nota de la reforma constitucional y abogaba por la gobernanza democrática en El Salvador.

Sin embargo, distintas voces, dentro y fuera de El Salvador alertan sobre un deterioro institucional. Juan Pappier, subdirector para las Américas de Human Rights Watch, expresó que el respaldo de Estados Unidos a Bukele “socava la credibilidad” de sus críticas a otros gobiernos autoritarios.
El arzobispo salvadoreño José Luis Escobar Alas también llamo a reconsiderar la medida advirtiendo sobre la falta de consulta popular en una reforma de tal magnitud.