Edward Thornton Horne, de 81 años, fue encontrado desorientado, deambulando por las calles de la Ciudad de Guatemala. El 30 de junio un grupo de Bomberos Voluntarios lo trasladó al Hospital General San Juan de Dios.
El hombre, que en Canadá fue condenado por abusar sexualmente de al menos 100 menores de edad de comunidades indígenas, no hablaba español, no respondía claramente a las consultas de los médicos y le fueron detectadas varias afecciones graves.

Horne ingresó al país como turista, fue la embajada de Canadá la que confirmó su identidad, pero no dio detalles sobre su informa judicial o su eventual repatriación. Luego de un mes hospitalizado terminó sus días en soledad y sin ser reclamado por sus familiares.
El anciano había sido condenado en su país por más de 40 delitos sexuales que cometió entre 1971 y 1985, mientras ejercía como docente en comunidades remotas del actual territorio de Nunavut.
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— Hospital General (@HospigenGT) July 2, 2025
Fue la Policía Montada de Canadá la que estimó que el número de víctimas ascendía a más de un centenar, muchos de ellos eran menores de edad de origen indígena. Las investigaciones periodísticas indican que al menos un 20% de ellos terminaron quitándose la vida.
Ingresó legalmente a Guatemala
Pese a su historia criminal, las autoridades de Guatemala confirmaron que Horne ingresó legalmente al país como turista, sin ninguna alerta de Interpol que restringiera su movilidad.
La periodista canadiense Kathleen Lippa, autora del libro Depredador Ártico, documentó durante años los testimonios de las víctimas de Horne y afirmó que su figura “era sinónimo del mal”.

El Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat) confirmó que Horne fue encontrado en estado de crisis cuando se dirigía en un autobús hacia Nicaragua. El personal de ASISTUR y del hospital intentaron localizar a sus familiares, pero no tuvieron éxito.
El hospital publicó un aviso social el 2 de julio para trata de ubicar a conocidos, pero 27 días después el canadiense murió a causa de un shock séptico, neumonía y enfermedad renal crónica.
Autoridades canadienses con reservas
La embajada de Canadá en Guatemala aseguró que brindó apoyo consular y mantuvo el contacto con las autoridades locales, aunque evitó confirmar si Horne sería repatriado. La institución alegó restricciones de privacidad para no profundizar sobre su estatus legal o antecedentes penales.

Este caso generó preocupación entre algunos sectores en Guatemala, que cuestionan como un extranjero con un historial delictivo tan grave pudo permanecer en el país sin alertas internacionales activas.