La dictadura de Nicaragua impuso arresto domiciliario al excomandante de la revolución sandinista y asesor presidencial, Bayardo Arce Castaño, tras un operativo policial en el que se allanaron sus oficinas y residencia, informaron este lunes fuentes cercanas al caso.
La medida marca un giro inédito en la ola represiva del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, al alcanzar a uno de sus más antiguos y fieles aliados.
A Arce, de 75 años, lo llevaron inicialmente a una “entrevista” por parte de la Policía Nacional y luego lo regresaron a su casa bajo custodia, donde permanece incomunicado.
Tambiéndetuvieron a su conductor y a ambos les confiscaron sus aparatos electrónicos, según confirmó el diario La Prensa desde el exilio.
La operación incluyó la retirada de su escolta personal, lo que fuentes políticas interpretan como una señal de ruptura definitiva.
La represión interna del régimen ha entrado en una nueva etapa, dirigida esta vez contra antiguos compañeros de lucha de Ortega durante la insurrección contra la dictadura somocista en los años 70 y la guerra civil de los 80.
Arce es el tercer comandante histórico sometido a reclusión por el régimen tras el estallido de la crisis sociopolítica en abril de 2018.
¿Purga Ortega Murillo llega hasta su camarada, Bayardo Arce?
La purga de los dictadores ya tocó al único “comandante” que aún era socio político de Ortega ya Murillo. Algunas fuentes indican que Arce ya no puede entrar más a sus oficinas políticas que se ubicaban en Bolonia.,… pic.twitter.com/swmAP1LpVf
— Emiliano Chamorro / Informa Periodista (@EmilianoCHM69) July 28, 2025
Arce: una vida en el FSLN
Bayardo Arce nació en 1949 en Managua, en el seno de una familia opositora al somocismo.
Fue periodista y militante del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) desde los años 60, y en la década de los 80 integró la Dirección Nacional del FSLN, órgano colegiado que gobernó Nicaragua tras el triunfo revolucionario de 1979.
Cuando el FSLN perdió las elecciones de 1990, Arce mantuvo su fidelidad a Ortega, incluso en los años de división interna del partido.
Durante el actual régimen, se desempeñó como asesor económico del presidente, cargo desde el cual tuvo intervenciones públicas controvertidas, como su declaración en 2017 sugiriendo con sarcasmo a universitarias nicaragüenses “buscar novios noruegos” como salida a la pobreza.
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Escalada represiva sin distinción
La detención de Arce se suma a las medidas de encierro impuestas anteriormente a otras figuras históricas del sandinismo.
En 2024, Ortega acusó públicamente de “traidor” a su propio hermano, el general en retiro Humberto Ortega, quien fue confinado en su domicilio hasta su muerte, bajo custodia policial, en septiembre del año pasado.
Más recientemente, el excomandante Henry Ruiz, conocido como “Modesto”, fue puesto bajo arresto domiciliario en marzo de 2025, y desde entonces se desconoce su estado de salud.
La persecución de antiguos cuadros sandinistas y ex altos mandos militares marca un punto de inflexión en el control interno del régimen, que ya ha encarcelado a exministros, exdiplomáticos, líderes campesinos y religiosos, y más de 300 opositores en los últimos años.
La medida contra Arce se produce semanas después de una nueva ola de redadas, detenciones arbitrarias y desapariciones forzadas.
También coincide con el endurecimiento del aparato policial y judicial que ha caracterizado al régimen desde el inicio de la crisis en 2018.
Con esta acción, el régimen de Ortega-Murillo reafirma su política de vigilancia total, incluso hacia sus círculos históricos más cercanos, en lo que analistas califican como un proceso de “implosión” dentro del sandinismo.
Con base en información verificada de LA PRENSA de Nicaragua, agencias y fuentes independientes.