El periodista nicaragüense Danilo Aguirre Sequeira ha sido oficialmente responsabilizado por las autoridades costarricenses como el principal sospechoso de la planificación del intento de asesinato del activista opositor nicaragüense Joao Maldonado y su esposa, Nadia Robleto, quienes sobrevivieron a un atentado a balazos perpetrado en enero de 2024 en San José, Costa Rica.
El caso, que ha generado amplia preocupación entre organizaciones de derechos humanos y comunidades de exiliados nicaragüenses, apunta a una posible operación transnacional con motivaciones políticas, que podría haberse originado en Nicaragua, según el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) costarricense.
“El nombre de Danilo Aguirre aparece en nuestros informes como parte de la planificación. Tenemos testigos, seguimientos en cámaras, elementos que lo vinculan directamente con el ataque”, declaró a medios locales el subdirector del OIJ, Michael Soto, quien confirmó que el expediente fue remitido al Ministerio Público.
Ataque en plena calle
El atentado ocurrió el 10 de enero de 2024, en San Pedro de Montes de Oca. Maldonado y Robleto se desplazaban en su vehículo cuando fueron interceptados por dos sujetos a bordo de una motocicleta que abrieron fuego en al menos ocho ocasiones.
Ambos resultaron gravemente heridos y fueron trasladados de urgencia a un centro médico.

La investigación reveló además la participación de otros vehículos en labores de seguimiento, entre ellos un Hyundai i10 blanco y un Geely GX2 gris, que supuestamente vigilaban los movimientos del opositor desde horas antes del ataque. Según los investigadores, Aguirre habría sostenido una reunión previa con Maldonado en un hotel capitalino, tras la cual comenzó el seguimiento que culminó en el atentado.
El periodista fue vinculado al caso a partir de testimonios, imágenes captadas por cámaras de seguridad y registros migratorios. Aunque su implicación ha sido formalmente identificada por la policía, su detención no ha sido posible debido a que se encuentra en Nicaragua.
Circulando libremente en Managua
Diversos medios nicaragüenses, como Café con Voz, Nicaragua Investiga y 100% Noticias, reportaron recientemente que Aguirre Sequeira fue visto en Managua, incluso involucrado en un accidente de tránsito el pasado 4 de junio. En imágenes difundidas por la prensa local se le ve en compañía de una mujer, caminando sin restricciones por la carretera a Masaya, al sureste de la capital.
Joao Maldonado, en declaraciones al programa Café con Voz, expresó su indignación por la aparente impunidad que protege al sospechoso: “Él lleva una vida más cómoda que antes, va al cine, a restaurantes, vive tranquilo. Es un premio que le ha dado la dictadura”, sostuvo.
La posibilidad de extradición está prácticamente descartada, ya que Nicaragua no entrega a sus nacionales a otros países. Las autoridades costarricenses contemplan, en cambio, enviar el caso completo a la Fiscalía nicaragüense, aunque esta vía ha sido históricamente ineficaz en casos de carácter político.
“En el caso de Nicaragua no hay extradición de nacionales. Además, la situación diplomática es complicada. Corresponde al Ministerio Público valorar si presenta el caso ante la justicia nicaragüense”, explicó Soto.
Una investigación compleja con 6 imputados
Aguirre Sequeira forma parte de un grupo de al menos seis personas vinculadas al intento de homicidio. Entre los detenidos por la policía costarricense durante redadas realizadas en octubre de 2024 figuran personas de apellidos Rivas, García, Vargas (nicaragüense) y Quesada, todos arrestados en comunidades de Alajuelita, Hatillo, León XIII y Bajo Los Anonos, en San José.

Aunque las capturas permitieron esclarecer la autoría material del ataque, la Fiscalía y el OIJ reconocen que determinar la autoría intelectual sigue siendo uno de los mayores retos del caso. La participación de Aguirre, según las autoridades, apuntaría a un posible nexo entre operadores en Costa Rica y estructuras ligadas al aparato represivo del régimen nicaragüense.
De periodista a operador político
Danilo Aguirre Sequeira, cuyo nombre ha estado asociado al periodismo oficialista en Nicaragua, es conocido por su cercanía ideológica con el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), liderado por el presidente Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo.
Según registros migratorios, Aguirre ingresó legalmente a Costa Rica en julio de 2021 y salió del país cinco días después. No hay constancia de que haya retornado de forma legal desde entonces, lo que hace presumir un ingreso irregular si estuvo en suelo costarricense en los días previos al atentado.
El periodista ha visitado Costa Rica en al menos cuatro ocasiones desde 2018, cuando estalló la crisis sociopolítica en Nicaragua. Ese año, Joao Maldonado fue uno de los líderes estudiantiles detenidos por participar en las protestas, y desde entonces ha vivido en el exilio, donde fundó la Unidad de Exiliados Nicaragüenses (UEN).
Contexto de persecución
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha documentado que la represión de las protestas de 2018 en Nicaragua dejó al menos 355 muertos, más de 2,000 heridos y más de 100,000 personas en el exilio. La dictadura de Ortega insiste en que las movilizaciones fueron parte de un intento de golpe de Estado promovido por “fuerzas extranjeras”.
En 2021, Ortega fue reelegido en un proceso ampliamente considerado como fraudulento por la comunidad internacional, tras encarcelar a siete aspirantes presidenciales y anular la personería jurídica de partidos opositores.
En este contexto, el atentado contra Maldonado es interpretado por organismos de derechos humanos como una escalada en el alcance de la represión del régimen nicaragüense más allá de sus fronteras.
“El intento de asesinato contra Joao Maldonado no fue un crimen común. Todo indica que fue una acción dirigida, planificada, con participación de elementos vinculados al poder político en Nicaragua”, concluyó un investigador ligado al caso.
Hasta ahora, Danilo Aguirre Sequeira permanece libre, protegido por el blindaje institucional del régimen que niega su participación, pero cuya inacción frente a las acusaciones ha despertado fuertes críticas desde el exilio nicaragüense y la comunidad internacional.