El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, insistió en que la recuperación de la justicia es indispensable para combatir la corrupción en el país, y que la renuncia de la cuestionada fiscal general, Consuelo Porras, y reiteró que utilizarán todos los recursos legales disponibles para que ella dimita.
Considerada por el gobierno guatemalteco y el de Estados Unidos una agente corrupta y antidemocrática, Porras se aferra al cargo y desafía al mandatario, pero este dijo que la lucha por removerla del puesto se mantiene.
“Hemos sido claros desde antes que tomáramos el poder: la recuperación de la justicia y la democracia no se pueden hacer sin que esos tentáculos de las élites político-criminales suelten al Ministerio Público”, aseguró en una entrevista al Diario de Centro América.
Sin embargo, se abstuvo de dar detalles sobre las acciones que tomará.
Sosteniendo que su gobierno “no le fallará a la ciudadanía”, Arévalo incluso habló de diálogo con la oposición política representada en el Congreso de la República.
“Todo actor que quiera, que procure el desarrollo, que no esté dispuesto a jugarle a las élites políticas-criminales que tienen el Estado cooptado y que entienda que la política ya no puede conducirse en el marco de la corrupción, es bienvenido a una discusión sobre las políticas que el Estado necesita”, aclaró.
“Estamos enfrentando los intentos de una minoría corrupta por parar a un gobierno que está haciendo realidad el mandato de trabajar contra el flagelo”, agregó.
Bernardo Arévalo, político progresista y exdiputado, asumió la presidencia el 15 de enero pasado, tras ganar en segunda vuelta, en agosto, por casi 900,000 votos a Sandra Torres, quien fracasó por tercera ocasión en su intento por llegar al Ejecutivo.