Volcán de Agua de Guatemala presenta grietas y riesgo de flujo de escombros tras intensa actividad sísmica

Las autoridades guatemaltecas emitieron una alerta preventiva ante la posibilidad de deslizamientos y flujos de lodo en ocho puntos que se consideran vulnerables.

Detectan riesgo de lahares en el volcán de Agua.

El volcán de Agua, ubicado entre los departamentos de Sacatepéquez y Escuintla, muestra señales preocupantes de inestabilidad luego de varias semanas de sismos y lluvias intensas.

Las autoridades confirmaron agrietamientos en su cima y advierten sobre el riesgo de desprendimientos, caída de rocas y lahares que podrían afectar algunas comunidades cercanas.

De acuerdo al Boletín Vulcanológico Especial N° 72 del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), la secuencia sísmica registrada desde el 8 de julio ha generado daños visibles en el terreno, especialmente en sectores como Malpaso, Los Zanjones, La Piche y La Bolsa.

 

Las autoridades también reportan fisuras y desprendimientos en la ruta de ascenso al volcán.

El informe advierte que la temporada de lluvias incrementa la probabilidad de descensos de lahares, flujos de lodo y escombros, en al menos ocho puntos críticos, entre ellos el Zanjón Santa María, la Ruta RD-SAC-01 y varios tramos de la carretera CA-9 Sur, donde convergen corrientes provenientes del volcán. Estos sectores concentran a cientos de familias en riesgo.

Recomiendan estar atentos a la actividad

En tanto, la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) recomienda a las autoridades locales y comunitarias activar los planes de respuesta, mantener informada a la población y prohibir el ascenso al volcán.

 

Además piden a las familias preparar la mochila de 72 horas, elaborar su plan de respuesta y aplicar la autoevacuación si la situación lo requiere.

La secuencia sísmica que mantiene en alerta a las comunidades inició con un sismo de magnitud 5.2, seguido por otro de 5.6, ambos con epicentro de Sacatepéquez. Desde entonces se ha reportado decenas de temblores.

Según Insivumeh, estos movimientos tienen origen tectónico y no están relacionados con una erupción, aunque han provocado grietas y caída de rocas.

 

Los especialistas explican que la actividad se asocia a la falla de Jalpatagua y a otras estructuras geológicas del arco volcánico, donde interactúan las placas de Cocos, del Caribe y de Norteamérica.

Algunos retumbos percibidos por la población serían efecto de resonancia interna, sin implicar reactivación magmática.

Históricamente, esta zona se ha experimentado secuencia sísmica similar en 2019, 2021 y 2024, pero de menor duración. Actualmente se mantiene un monitoreo constante del volcán de Agua y las autoridades insisten en que, aunque no hay indicios de erupción, la amenaza de lahares y desprendimientos es real y puede agravarse con las lluvias.

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