Agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) y fiscales del Ministerio Público (MP) realizaron un allanamiento en una casa ubicada en la sección U de la colonia El Milagro, luego de recibir múltiples denuncias de vecinos por olores fétidos que salían del inmueble.
Al ingresar, las autoridades descubrieron dentro de una maleta roja los restos de la víctima envueltos en nylon negro y cubiertos con sábanas.
De acuerdo con la investigación preliminar, el hombre asesinado era el propietario de la vivienda y habitaba el primer nivel. En el segundo piso residían las sospechosas, quienes alquilaban el espacio al anciano.
Los investigadores confirmaron que ambas mujeres estarían relacionadas con la pandilla 18.
En la escena la PNC, capturó a Ingrid Karina Morales Toscano, de 40 años y remitió a un juzgado de Niñez y Adolescencia a su hija de 17 años. Ambas quedaron bajo investigación por su presunta participación en el crimen.
Las autoridades también reportaron que otros dos hijos de Morales Toscano huyeron al notar la presencia policial. Según el informe, estas jóvenes serían parte de la misma estructura criminal y ya existen pistas sobre su ubicación.
La casa del terror
Vecinos del sector señalaron que la vivienda ya era conocida como la “casa del terror”, pues en ocasiones anteriores había sido utilizada por pandilleros para actividades ilícitas e incluso mencionaron supuestos rituales satánicos.
El hecho ha generado temor en la comunidad que asegura vivir bajo constante intimidación de los grupos delictivos que operan en los alrededores.
El Ministerio Público indicó que, debido al avanzado estado de descomposición, será el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) el que confirme plenamente la identidad de la víctima y realice los análisis correspondientes.
Este crimen pone nuevamente en evidencia la violencia ejercida por las pandillas en Guatemala y el nivel de inseguridad en las zonas urbanas.