La Carretera a El Salvador, la principal vía de comunicación entre la capital guatemalteca y la capital salvadoreña, amanece este viernes por quinto día consecutivo en un bloqueo de la ruta debido a los continuos derrumbes provocados por las lluvias.
La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) de Guatemala confirmó la noche del jueves que un nuevo deslizamiento de tierra se registró cerca de las 10:45 p.m. del jueves en el kilómetro 24 de la carretera CA-1, que conecta con El Salvador.
El desprendimiento habría cubierto parte de la maquinaria del Cuerpo de Ingenieros del Ejército guatemalteco que se encontraba en la zona afectada.
Debido a la persistencia de la lluvia y la poca visibilidad nocturna, las autoridades decidieron posponer cualquier evaluación de daños hasta la mañana de este viernes 10 de octubre, priorizando la seguridad del personal.
El paso vehicular y peatonal permanece completamente restringido desde el lunes, cuando ocurrió el primer gran alud.
Horas antes, las autoridades del Puesto de Comando Unificado, que incluye a la Conred, habían ordenado la suspensión temporal de las labores de remoción y limpieza tras otro derrumbe ocurrido en el mismo tramo. En ese incidente, dos elementos de la Brigada Humanitaria de Rescate (BHR) del Ejército de Guatemala resultaron alcanzados por el lodo mientras buscaban a una posible víctima, identificada como Virgilio Pérez. Ambos soldados salieron ilesos, recibieron atención prehospitalaria y fueron trasladados al Centro Médico Militar.
Las condiciones meteorológicas en la zona continúan siendo críticas. Los constantes aguaceros han provocado una inestabilidad del terreno, lo que incrementa el riesgo de nuevos deslaves. Las labores de limpieza y búsqueda se reanudarán únicamente cuando se garantice la seguridad del personal en campo.
Los equipos técnicos de la Conred realizan inspecciones diarias y mantienen comunicación permanente con el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), para tomar decisiones oportunas que eviten poner en riesgo más vidas humanas.